COAG Andalucía recuerda que la actividad agraria desempeña un papel fundamental en la prevención de incendios forestales, cuyo riesgo se incrementa con las altas temperaturas, como se ha podido comprobar en diversos puntos de nuestra comunidad. Esta organización agraria quiere resaltar la importancia de mantener un monte vivo, que conserve cultivos y actividades tradicionales como el corcho o el castaño, y poner de relieve que la acción de los agricultores y, más si cabe, de los ganaderos es fundamental para la prevención, que es la mejor herramienta para combatir los incendios.

Al mismo tiempo, la organización destaca que hay que recordar que los profesionales agrarios deben extremar las precauciones en las labores de cosecha y cumplir todos los requisitos de seguridad establecidos.

Según datos del dispositivo INFOCA actualizados a 12 de agosto, en lo que va de año 2018 se hanproducido más de 400 intervenciones en terrenos forestales afectando a una superficie de casi 2900 hectáreas.

El pastoreo controlado convierte a los ganaderos en vigilantes permanentes, al tiempo que contribuyen a limpiar el monte de material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso. La acción del ganado controlado por los pastores mantiene las áreas cortafuegos, provocando discontinuidades en las masas forestales e impidiendo la propagación de los incendios. En este año, la Red de Áreas Pasto Cortafuegos de Andalucía (RAPCA), abarca 6.684 hectáreas. Una iniciativa que se extiende por toda España, como el papel que juegan las ovejas bombero de Castilla-La Mancha.

Por todo esto, desde COAG Andalucía se insite en recordar que los incendios forestales son una de las mayores amenazas del monte andaluz y cada año provocan grandes pérdidas económicas y ambientales. Por tanto, quiere destacar que «hay que resaltar que la labor tanto de los pastores como de los agricultores resulta básica en la conservación del medio rural y en la protección de la superficie forestal de nuestra región».

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