La organización de agricultores y ganaderos UPA ha reclamado al Ministerio de Agricultura un etiquetado de origen claro para la miel que refleje el porcentaje de miel de cada país de procedencia, su variedad floral y si está pasteurizada.

Para ello, UPA ha remitido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación unas observaciones ante el proyecto de Real Decreto por el que se modifica el R.D. 1049/2003 relativo a la norma de calidad de la miel. Dicha norma tiene por objetivo la implantación de un etiquetado obligatorio más detallado sobre el origen de la miel, indicando en el mismo que las mieles de mezcla se informe sobre los países de origen en que cada una de las mieles haya sido recolectada.

Piden incluir el porcentaje del país o países de origen que producen dichas mieles

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha valorado que dicho proyecto es una iniciativa positiva y demandada por su organización «desde hace muchos años». También el Parlamento Europeo en su resolución del 1 de marzo de 2018, sobre las perspectivas y desafíos para el sector apícola de la Unión apoyó que los Estados miembros establezcan una obligación de indicar el lugar de origen de la miel. E igualmente, en España, varias iniciativas parlamentarias perseguían ese objetivo.

En cualquier caso, UPA ha asegurado en sus observaciones al Real Decreto que el contenido de dicho proyecto resulta insatisfactorio: «Aun siendo muy necesaria la modificación de la norma de calidad con el objetivo de obligar la indicación del lugar de origen de la miel, es insuficiente la simple mención, aunque se indique en un orden decreciente», han explicado.

Para UPA es imprescindible dotar en el etiquetado de origen de una clara y transparente información en la que se garantice conocer los países de origen de la miel y la procedencia floral, y más en el caso de la mezcla de mieles, tanto en el objetivo de ofrecer una información completa al consumidor como para proteger la actividad de los apicultores. En este sentido, y en el caso de las mieles mezcladas, se debería especificar en el etiquetado de origen, el porcentaje del país o países de origen que producen dichas mieles con su procedencia floral y en orden decreciente.

UPA plantea también en sus observaciones que se debe indicar si la miel ha sido tratada por un proceso de pasteurización. Además, todas estas indicaciones deben figurar de una manera clara y con un tamaño de letra que sean perfectamente visibles y de fácil lectura. Por otro lado, UPA reclama un refuerzo de los controles para evitar fraudes con la utilización de la práctica del microfiltrado.

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