La Unión Extremadura ha reclamado a la Consejería extremeña de Agricultura que apruebe medidas de control frente al virus del enanismo del maíz, que ha causado pérdidas de 5,28 millones de euros en el último año por la zona de Coria (Cáceres), en el norte de la región.
Según ha apuntado en nota de prensa la organización agraria, en las zonas regables del Alagón y del Árrago, más de 2.000 hectáreas de maíz han sido afectadas por esta enfermedad este año, provocando unas pérdidas de más de 22.000 toneladas de maíz.
Esta enfermedad vírica en dichas plantaciones, producida por el virus del enanismo del maíz, causa pérdidas de hasta el 80% de la producción en las parcelas afectadas, ha lamentado La Unión.
En este sentido, ha reconocido que, al ser un virus el causante de la enfermedad, es «muy difícil» actuar sobre el mismo, por lo que la lucha se tiene que realizar sobre el vector que la transmite, que es un insecto denominado ‘laodelphax atriatellus’.
EN LA ACTUALIDAD NO EXISTEN VARIEDADES RESISTENTES A ESTE VIRUS Y LAS QUE SE COMERCIALIZAN COMO TOLERANTES A LA ENFERMEDAD NO SON EFECTIVAS
Este insecto en primavera pasa del cultivo del cereal de invierno a las plantaciones de maíz en su inicio del ciclo de crecimiento y el mismo transfiere la carga vírica de las plantas enfermas a las plantas sanas.
En la actualidad no existen variedades resistentes a este virus y las que se comercializan como tolerantes a la enfermedad no son efectivas, por lo que las plantaciones afectadas con unas y otras variedades llegan a sufrir pérdidas de hasta el 80% de la producción.
Según ha expuesto La Unión, en 2021 remitió un informe a las autoridades sobre los daños que estaba causando esta enfermedad, las repercusiones económicas en la zona y la posibilidad de que, si no se actuaba, la misma podría afectar al resto de las plantaciones de la región.
«La respuesta de la Consejería de Agricultura a dicha denuncia fue la de minimizar las consecuencias y nada más», ha lamentado la organización.
La Unión ha solicitado una «reunión urgente» con la Consejería de Agricultura con el fin de estudiar acciones para minimizar el impacto de la enfermedad actuando sobre el insecto transmisor de la misma.
Con ello se busca tener en la campaña de 2025 las mismas pérdidas que las del año pasado y al mismo tiempo evitar la propagación de la enfermedad a zonas colindantes.