APAG Extremadura Asaja ha mostrado este viernes 17 de nuevo su rechazo a la candidatura de La Siberia como Reserva de la Biosfera puesto que, según ha explicado su presidente, Juan Metidieri, en rueda de prensa, está concesión impide cualquier proyecto que contribuya al desarrollo de la zona.

A su juicio, este proyecto conlleva el incremento «desmedido» de la protección ambiental, lo que va a dificultar las labores agrícolas y ganaderas que se han realizado hasta el momento en la zona, además de que no se ha tenido en cuenta a los propietarios, puesto que de las 155.000 hectáreas que conforman La Siberia, 103.000 son de propiedad privada.

Por ello, ha asegurado que después de haber leído el informe de la candidatura de La Siberia como Reserva de la Biosfera «en el que no se habla del desarrollo de nuevas carreteras, industria o plantas termosolares, pero sí de limitaciones», presentarán alegaciones ante la Consejería de Medio Ambiente y Rural y Políticas Agrarias y Territorio.

Su rechazo se debe, principalmente, a la zonificación del territorio que propone este informe en tres áreas diferentes, de forma que la primera, llamada zona núcleo, está «estrictamente» protegida y en ella solo se permiten realizar actividades científicas y poco perturbadoras, ha explicado.

La propuesta solo deja un 38% de espacio para desarrollar «actividades de mantenimiento sostenible como la agricultura»

La segunda zona, denominada tampón, rodea y colinda con la zona núcleo y en ella se realizan prácticamente las mismas actividades que en la anterior.

Ambas constituyen el 62 por ciento de la superficie total de La Siberia como Reserva de la Biosfera, de forma que el resto, un 38 por ciento, equivale a la zona de transición, considerada de usos múltiples y la única en la que se pueden desarrollar «actividades de mantenimiento sostenible como la agricultura», ha añadido.

Entre las limitaciones que establece el informe, Metidieri ha destacado que en los distintos hábitats, ya sean de matorral, pasto o pseudoestepas, se reitera el control del pastoreo y la ganadería extensiva de manera ordenada y, además, en el caso del matorral considera «incompatible el cambio de uso forestal a agrícola».

En cuanto a las medidas de conservación, establece unas fechas, del 1 de abril al 15 de mayo, de exclusión temporal del aprovechamiento ganadero extensivo» hasta que terminen de anidar avutardas y sisones y también se controlará el uso de fertilizantes y se prohíbe un determinado número de biocidas.

Según Metidieri, este proyecto «condena nuevamente» a la comarca de La Siberia al «subdesarrollo más absoluto» puesto que cualquier obra que pudiese llegar a la zona «va a quedar en el olvido» y ha mencionado el proyecto de desdoblamiento de la N-430 que «si antes era difícil, ahora lo será mucho más».

Metidieri ha dicho que espera que no ocurra lo mismo que en otras zonas declaradas Reserva de la Biosfera como Valles de Laciana o los Picos de Europa donde «sus alcaldes manifestaban 10 años de desencanto después de la instalación».

Por último, ha declarado estar harto de medidas proteccionistas, burocracia, impacto ambiental y «de que se complique más la vida a los habitantes de la zona que hemos contribuido a crear y mantener esas zonas preciosas»,» lo único que necesitamos es desarrollo, industria, más habitantes y más generación de empleo y mano de obra», ha concluido.

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