Rubén Villanueva / Responsable de Comunicación de COAG y Jefe de Prensa del Foro DATAGRI

A sus 69 años, Victoriano era uno de los pocos ganaderos de ovino que aún quedaban en Zamora. Los que llevamos más de 20 años conviviendo con ellos sabemos que un pastor no abandona nunca a sus ovejas. Murió hace unos días abrasado por las llamas, junto a su rebaño, también calcinado.

No era un héroe. Era un hombre humilde y honrado al que el fuego acorraló en su propia tierra mientras ofrecía beneficios tangibles al conjunto de la ciudadanía, como llevaba haciendo durante décadas: pastorear con su rebaño, favoreciendo la gestión de la biodiversidad y el mantenimiento de la ganadería extensiva, convirtiendo la limpieza de los bosques en carne o leche de calidad y evitando, con su presencia y la de su familia, el total abandono del medio rural zamorano.

Tras su fallecimiento, un festival de política de tuits lamentando su muerte y un debate en redes sobre el papel del pastoreo para prevenir los incendios y un reguero de fotos y vídeos sobre los «héroes del mundo rural» que, con sus tractores, salen a crear cortafuegos jugándose la vida.

Menos postureo y más pastoreo

La Sierra de la Culebra de Zamora es el ecosistema natural de toda la UE con mayor concentración de lobos. A pesar de las advertencias de los ganaderos, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, prohibió en septiembre de 2021 regular la sobrepoblación de lobos ( al incluirlo en el listado de especies no cinegéticas) en momentos en los que la presión del mismo hace incompatible su convivencia con la ganadería extensiva. Muchos ganaderos, cansados de los reiterados ataques a sus animales, ( 3.685 cabezas de ganado muertas el año pasado en Castilla y León), optaron por dejar la actividad en la zona. Sin ellos, crece de manera exponencial el combustible natural en el monte y el resultado ya lo podemos ver en los últimos días. Más de 27.000 hectáreas devoradas por las llamas en Zamora.

Mensaje para los responsables políticos que legislan de espaldas al campo ( sobre el campo) y para los movimientos animalistas más radicales: hay que tener cuidado con lo que se desea. Puede cumplirse. Desde un despacho de la Castellana no se ve más allá del club del gourmet de El Corte Inglés.

Daniel Muñoz es la otra víctima mortal de los incendios declarados en Zamora. Un brigadista forestal, de 60 años. De nuevo las condolencias y la heroicidad de los hombres y mujeres que combaten los incendios en primera línea. Llama la atención que aquellos que han basado su gestión política en los recortes presupuestarios a los servicios públicos ahora se lamenten. Resulta como mínimo indecente que desde las instituciones se utilice una narrativa heroica para enmascarar precariedad, olvido y abandono. En el caso de las brigadas forestales, sueldos de miseria y contratos temporales y en el de los pastores y pastoras, desdén, falta de apoyos y eliminación de servicios públicos esenciales en los pueblos.

Tras un periodo de auge, el reto demográfico se ha caído de la agenda política y mediática durante el último año. Los grandes partidos hegemónicos han visto cómo la notoriedad alimentaba a las Plataformas de la España Vaciada, al poner en evidencia sus políticas de parches y postizos en el medio rural.

Malos tiempos para la lírica. No hay soluciones simples para problemas complejos. No nos engañemos, el populismo tampoco es la receta para revertir la tendencia y consolidar unos pueblos con vida. Tras el fuego de la indignación, toca construir entre todos los actores implicados una nueva hoja de ruta para la España rural que responda a los grandes retos que tenemos por delante, con soluciones adaptadas a la realidad de cada región y comarca. No basta con estar quemados.

Ver todas las entradas de Rubén Villanueva DP

×