UPA-UCE Extremadura defiende el trabajo y esfuerzo de los ganaderos en el sector del cerdo ibérico, ante los ataques recibidos en las últimas semanas que ponen en duda la credibilidad del conjunto del sector: “Llevamos años trabajando para clarificar y dar transparencia al sector, para que los consumidores reconozcan la calidad de nuestro producto gracias al cumplimiento de la Norma”, señala Huertas.

Por eso, propone que sea el propio Ministerio el que controle el Libro Genealógico, a la vez que critica a Aeceriber, encargada actualmente de esta gestión, por su labor y su cambio de postura en este conflicto.

Críticas a Aeceriber por su cambio de postura «para intentar sacar partido” de la polémica

El objetivo de estos ataques según UPA-UCE es dañar la imagen del sector  del cerdo ibérico en beneficio de otros países productores. Cabe recordar que las primeras informaciones se publicaron en medios de comunicación alemanes, principal productor de cerdo blanco de la UE.

Por otro lado, desde la organización profesional agraria “no entienden” que la entidad certificadora haya salido “públicamente” para desdecirse de lo que ha practicado y defendido en los últimos años: “Nos parece inaceptable este cambio de parecer, aprovechando el intento de difamación que sufre el sector para intentar sacar partido”, explica Huertas. En este sentido, desde UPA-UCE lamentan que se le dé la espalda a los productores de ibérico, cuando en ningún momento esta entidad ha manifestado ante los órganos de gestión del sector (la Interprofesional del Cerdo Ibérico o el Ministerio de Agricultura) este cambio de criterio.

Por ello, desde UPA-UCE consideran que lo más adecuado sería dejar la gestión del libro genealógico y por tanto, la certificación de la pureza de la raza, en manos de del Ministerio de Agricultura, para que sea un organismo público (y no una entidad privada como ocurre en la actualidad) el que garantice unos criterios objetivos que “den estabilidad” al sector.

Por último, Huertas recuerda que este tipo de actuaciones “para lo único que sirven es para dañar a un sector que está haciendo las cosas bien”, tal y como se establece en la Norma de Calidad; una herramienta que ha permitido gracias a un sencillo sistema de colores (negro, rojo, verde y blanco) que el consumidor conozca a primera vista y con transparencia la categoría de los productos derivados del ibérico que está comprando: “Actuaciones como estas solo pretenden hacer daño y perjudicar a un sector en pleno crecimiento económico y comercial”, concluye.

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