A partir del 1 de enero de 2019 todos los agricultores y ganaderos de Castilla y León tendrán la obligación de aplicar los purines sobre las superficies agrícolas mediante sistemas de inyección u otros métodos permitidos, pero no mediante los métodos tradicionales que prácticamente todos los profesionales venían utilizando, es decir, mediante sistemas de plato, abanico o cañón.

Dicha obligación obedece a una norma ministerial, que la Junta de Castilla y León traspuso el 28 de marzo mediante la publicación de la Orden AYG/330/2018, que establece las normas de condicionalidad que deben cumplir los beneficiarios que reciban pagos directos.

El nivel de solicitudes para pedir la ayuda del Plan Renove de 2018 ha sido “escaso”, fundamentalmente a consecuencia que en el mercado no existe disponibilidad de los accesorios necesarios para la adaptación de la maquinaría actual, ni tampoco disponibilidad de cisternas nuevas para aplicar purines y a poco más de tres meses para la aplicación real del cumplimiento de la norma de condicionalidad, muchos profesionales agrarios carecen de los medios apropiados para su aplicación mediante las exigencias normativas.

Ante tal problema, la Unión de Campesinos de Castilla y León pide a la Junta de Castilla y León una moratoria para el cumplimiento de los nuevos requisitos en torno a la aplicación de purines, como mínimo hasta el año 2020, al igual que han hecho otras comunidades autónomas como Castilla la Mancha y Aragón, para que en las casas comerciales exista disponibilidad de accesorios para adaptar las cisternas antiguas o adquirir nuevas cisternas que permita cumplir los requisitos de la normativa.

Por otro lado, y ante el escaso nivel de fondos gastados, a fecha de hoy 2,5 millones de euros de los 5 millones disponibles, la UCCL pide una ampliación del plazo de solicitud de las ayudas del Plan Renove así como abrirlo a otro tipo de maquinaria, que evite la pérdida de fondos destinados a estas ayudas, y permita modernizar la flota de maquinaria agrícola en España.

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