El Pacto de Estado en materia de violencia de género demandaba arrojar luz sobre la situación de la violencia de género en el medio rural. La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) responde a esa petición publicando el primer estudio sobre esta problemática específicamente en los pueblos.
Durante la presentación del estudio, que ha tenido lugar este viernes 16, en la sede del Ministerio de Igualdad, Fademur ha mostrado los datos de su investigación y, más importante, propuestas para afrontar esta lacra desde una óptica rural. Y es que son estrechos los lazos de este fenómeno con otros que también afectan la sociedad rural. Así lo ha expresado la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Meritxell Batet, durante su intervención en la que ha relacionado la vulnerabilidad de las mujeres en el medio rural con el despoblamiento: «Si no queremos una España Vaciada, llenémosla de recursos y derechos».
El estudio se ha realizado en siete comunidades autónomas, elegidas por su ruralidad y dispersión como variables más influyentes en la representatividad y utilidad de los datos: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla – La Mancha, Extremadura, Galicia y La Rioja.
En municipios de menos de 20.000 habitantes de estos territorios, Fademur realizó 167 encuestas a mujeres, 333 encuestas a profesionales de atención y 23 entrevistas en profundidad a mujeres víctimas y usuarias de diversos servicios de atención a víctimas (servicios sociales, policiales, sanitarios y otros de atención a la mujer).
Dentro de las conclusiones del estudio destaca la larga duración de las situaciones de maltrato. Causas como la dependencia económica del maltratador, el miedo a ser juzgadas por su entorno, el desconocimiento de los recursos de protección y atención, la dificultad para acceder a ellos o la desconfianza hacia la efectividad de los mismos, son argumentos que explican que las víctimas hayas permanecido de media veinte años en relaciones de maltrato.
SEIS PROPUESTAS CONTRA LA VIOLENCIA
FADEMUR ha acompañado el análisis de la situación de medidas que paliaría esta problemática en el medio rural. Estas son las seis medidas más urgentes en opinión de la organización.
1. Prevenir y sensibilizar, incluyendo la cuestión de manera transversal y sistemática en los currículos escolares.
2. Atender integralmente a las víctimas de violencia de género, ampliando los recursos especializados cubriendo el territorio rural de una forma coherente y adaptada.
3. Formar a los profesionales de todos los ámbitos, una cuestión en la que el medio rural arrastra un retraso especial.
4. Coordinación y colaboración interinstitucional entre los agentes sociales intervinientes.
5. Análisis e investigación para profundizar en esta problemática, sobre la que el presente estudio supone un cimiento. FADEMUR ha declarado que es necesario seguir avanzando en el conocimiento sobre las víctimas de menos de 25 años y de más de 60, así como aquellas con diversidad funcional o migrantes no regulares.
6. Compromiso económico firme con el que poder implementar políticas públicas específicas.
CULTIVANDO IGUALDAD EN LOS PUEBLOS
Durante la sesión, Fademur también ha proyectado el primer spot para sensibilizar a la sociedad rural sobre la invisibilidad de la violencia de género y la importancia de actuar contra ella.
El spot forma parte de una amplia campaña, ‘Cultivando Igualdad’, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Con esta campaña, FADEMUR quiere «llegar hasta el pueblo más pequeño y la víctima más invisible». ‘Cultivando Igualdad’ cuenta con talleres, formación y otros recursos también accesible en su propio espacio web, con el que la organización de mujeres rurales pretende sortear las limitaciones impuestas por la Covid-19 y el aislamiento de muchas zonas rurales.
- Accede aquí al estudio «Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural» completo.
- Accede aquí al resumen del estudio.
- Ver el spot ‘Cultivando Igualdad’.
La violenciade genero que se ejerce contra la mujer puede estar ocasionada por diversas razones, todas ellas muy particulares:
-El hombre es un bestia irracional.
-El hombre actúa segun la cultura heredada, esa que dice que si no domina a la mujer no es hombre. Es un borrico por herencia.
-El hombre sufre una frustración por que no recibe de la mujer el apoyo, el entusiasmo y la colaboración que necesita. Que se separe y busque apoyo.
-El hombre se siente traicionado y menospreciado por su pareja, que lo considera inferior, poca cosa para la buena planta que ella tuvo y con la que no pudo conquistar al mas chulo del pueblo o al figurín de la ciudad que la hubiera tenido entre algodones, con sirvienta y a todo confort y no como ese marido con el que tragó.
-La mujer lo maltrata de esa otra manera femenina psicologica y perversa que no deja huella fisica pero que si deja una honda herida que no cura por que cuado vuelve a casa, la señóra le da otra ración mas de sutil maltrato. El pobre hombre, sencillo, con poca capacidad de cambio, no se divorcia y un dia le sacude….por debil. Quien tiene la culpa?
Por otro lado hay que hablar del maltrato que ejercen las feminas sobre el hombre, mas
silencioso, mas sibilino y en ocasiones hasta criminal de asesinato
Con lo bien que va una casa en la que los dos se ayudan y se apoyan …aunque alguna vez haya algunas broncas de esas que no llega la sangre a ningún lado.
La despoblacion de los 60,70, 80se produjo principalmente por la mecanizacion del campo y la perspectiva que las mujeres tenian en la ciudad con trabajos mas limpios, con posibilidades de mayor actividad social….con mas novios a elegir…….La ausencia de mujeres, la menor producticvidad agricola, la ausencia de horarios de trabajo y las razones anteriores, empujaron a los hombres a hacer lo mismo: emigrar a la ciudad. La mayoria (no todos) de los jovenes que se queraron, son hoy solteros a la fuerza y los que tuvieron descencendia padecen la emigracion de sus hijos. Y es que antes con 40 has de sereal secano vivia una familia y hoy hay que llevar 150 para hacer lo mismo. Esto es una bola que seguirá rodando igual, mientras no haya mayores oportunidades en el campo.
Es violencia familiar, cuando un problema desde un principio se plantea mal, no se llega a ninguna solución. No he visto nunca a que un hombre se dedique a maltratar a mujeres que no conoce. En el medio rural hay varias causas de la violencia familiar, se me ocurren algunas, el alcoholismo, la disfunción sesual de algunos hombres, la sisa economica de algunas mujeres, la ausencia de la Guardia Civil de modo permanente, la muger que puede tener estos problemas no se los va a contar a unos agentes que pasan «de pascuas a ramos», asociaciones femeninas de canto, manualidades, religiosas culturales, caritativas etc, las mujeres tienen que relacionarse y un medio para hacerlo es mucho mejor que tengan un fin.
Çhorradas. En mi aldea somos todos solterones y a las mujeres nó las queremos cerca. Y en el pueblo de al lado las mujeres, sobre todo las que tienen los hijos ya mayores viven como reinas y pasan una buena parte del día en el bar charlando con las amigas mientras los hombres trabajan a la intemperie.
Pues las mujeres también son maltratadas en los centros urbanos y sin embargo, no se vacían.