El acuerdo adoptado por la Comisión Europea el pasado lunes día 12 (REGLAMENTO DE EJECUCIÓN (UE) 2024/587 de la Comisión Europea de 12 de febrero de 2024), publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea este martes 13, referente a la flexibilidad en la práctica del barbecho obligatorio, apenas aporta ventajas para los agricultores leoneses, por lo que se puede decir que en la práctica no ha cambiado nada a este respecto. De hecho, como señala ASAJA León, «la Unión Europea no acierta ni cuando rectifica».

ASAJA León y el resto de organizaciones agrarias venías reclamando en las diferentes reuniones institucionales, en el marco de la UE y en el de las administraciones españolas, así como en la tabla reivindicativa de las movilizaciones, que se suprimiera el barbecho obligatorio para el año 2024, lo mismo que se hizo en los dos años anteriores. La Comisión Europea no lo ha suprimido, ha dado la opción de sustituirlo por una superficie equivalente de “cultivos mejorantes” (legumbre, proteaginosas o leguminosas), que se han de cultivar sin la utilización de fitosanitarios.

«ESTO ES UNA PRUEBA DE QUE LA UNIÓN EUROPEA NO ACIERTA NI CUANDO RECTIFICA, Y QUE SUS POLÍTICAS ESTÁN MUCHAS VECES MUY ALEJADAS DE LOS INTERESES DEL CAMPO”

Para el regadío leonés, «que es donde existe un clamor por eliminar el barbecho obligatorio, la opción de cultivar alubias sin tratamientos fitosanitarios no es viable, porque está abocada a tener que efectuar gastos (labores, semillas, riego) y a no recoger cosecha».

Por lo tanto, ASAJA afirma que el número de agricultores leoneses que se van a acoger a la nueva medida de sustituir barbechos por cultivos mejorantes sin tratamientos fitosanitarios serán testimoniales, y que por el contrario la práctica general será la de dejar el barbecho obligatorio del 4% de la explotación.

Para la organización, «esto es una prueba de que la Unión Europea no acierta ni cuando rectifica, y que sus políticas están muchas veces muy alejadas de los intereses de los ciudadanos y de la realidad de los sectores económicos, en este caso del campo».

Finalmente, lamentan que «es incomprensible que en una zona cerealista y de maíz, como es el regadío de León, haya que dejar un 4% de la superficie sin sembrar, o alternativamente sembrada de cultivos de los que no se va a recoger cosecha, mientras España es deficitaria en todo tipo de granos de cereal que se traen del resto de países de la  Unión Europea, de Ucrania, de Rusia y de América».

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