ASAJA comparte la preocupación de los agricultores del Levante por la situación en la que quedan sus cosechas después de suspenderse el trasvase del Negratín-Almanzora, fundamental para esta zona, y lamenta que la falta de previsión política y el desinterés dejen a estos agricultores sin alternativas u opciones que les permitan continuar con sus cosechas este otoño.

ASAJA no entiende cómo 5 años después de un temporal, la desaladora de Cuevas no ha sido arreglada para poder suministrar agua a los agricultores y vecinos de la zona en situaciones como ésta y que ahora ven llegar lo que hace meses venían advirtiendo: la necesidad de que se pongan en marcha todas las opciones disponibles con el único objetivo de garantizar el uso del agua.

En la actualidad no existen recursos alternativos para el Levante, cuando por ejemplo la desaladora de Rambla Morales, que está parada, se podría poner en marcha para suministrar agua con carácter de urgencia, lo que permitiría a la desladora de Carboneras poder realizar mayores aportaciones de agua hacia el Levante almeriense. Y es que ante una situación de escasez y sequía como la que padecemos es necesario que se habilite el acceso al agua de todo tipo de procedencia (trasvase, subterránea, desaladora, regenerada…), y en este sentido recuerdan a las Administraciones, junto a la Mesa del Agua y a la propia Federación de regantes de Almería, que «es preciso la puesta en marcha de un Pacto del Agua en el que se prevean las necesidades existentes, se invierta para atender la demanda, y se programe la utilización y aprovechamiento de todos los recursos para garantizar la supervivencia de los regadíos».

ASAJA considera que la situación es lo suficientemente grave como para que las Administraciones se sienten y aborden una solución definitiva

Los agricultores de esta zona son plenamente conscientes de su situación y por eso son ejemplo del aprovechamiento sostenible de este recurso que en esta provincia es escaso, por ello creen que, dado el peso que tiene y la aportación que el sector hortofrutícola (mayoritario en esta zona) tiene sobre la economía provincial, regional y nacional, es de justicia que las Administraciones se tomen en serio la continuidad de estas explotaciones y trabajen por el agua no usando este problema como arma arrojadiza o argumento de la bronca política, “el sector hortofrutícola genera alrededor de 150.000 empleos directos e indirectos en nuestra provincia, no podemos dejarlo abandonado a su suerte en un tema vital, es necesario que todos trabajemos en una misma dirección”, señala el Presidente de ASAJA-Almería, Francisco Vargas.

La Organización considera que la situación es lo suficientemente grave y trascendental como para que las diferentes Administraciones se sienten y aborden una solución definitiva a esta queja que llevan años trasladando y que ahora ya resulta inaplazable.

Mientras, la preocupación y la incertidumbre se instalan en el Levante, donde los agricultores llevan años quejándose de la falta de alternativas y meses advirtiendo de la situación que podría generarse de no contar con el agua necesaria para sus explotaciones. «En Almería nos quedamos sin regar mientras en Comunidades como Murcia o Valencia los agricultores hacen uso de las aguas subterráneas en mayor proporción debido a la escasez que también padecen para poder mantener sus riegos. Por este motivo creemos que la voluntad es ahora más necesaria que nunca, debiendo primar por encima de todo la continuidad de la actividad de una forma sostenible tal y como se ha venido haciendo, permitiendo a los agricultores llevar a cabo su cosecha con normalidad».

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