Tras los últimos ataques de lobos a rebaños ovinos en el Pirineo aragonés, algunos de ellos en la misma frontera con el territorio navarro, desde EHNE-Nafarroa ha dejado claro que «no puede si no compartir la preocupación de nuestros ganaderos por esta nueva amenaza que puede suponer la puntilla a la existencia de la ganadería extensiva en dicha zona montañosa del Pirineo navarro».

La organziación cree que, desafortunadamente, y como consecuencia de la continua expansión de la mencionada especia canina, solo es cuestión de tiempo que dichos ataques también se produzcan en la parte pirenaica navarra, «un nuevo quebradero de cabeza para los pastores de este área, que ya tienen que lidiar a diario con las consecuencias de la presencia del oso en esta época del año».

En este sentido, consieran que esto supondrá no solo la pérdida de cabezas de ganado, sino también un gasto añadido en labores de vigilancia y protección de los rebaños en el Pirineo navarro para un sector que ya se encuentra muy castigado por el incremento periódico de los costes de producción. «Aumentar este apartado con otro desembolso extra puede finiquitar la existencia de numerosas explotaciones, buena parte de ellas de carácter familiar», lamentan.

LA APARICIÓN DE MÁS ATAQUES DE LOBOS NO ANIMAN PRECISAMENTE A QUE JÓVENES EMPRENDEDORES SE EMBARQUEN EN INICIATIVAS DE ESTE TIPO

De igual forma ven que «es de una hipócrita incongruencia que a quienes trabajamos en el sector primario se nos exija mantenernos en unos sistemas productivos tradicionales mientras la coyuntura que nos rodea varía constantemente y no precisamente facilitando nuestra tarea diaria a la hora de aportar alimentos sanos y de calidad a los consumidores».

Por eso piden que no se olvide que son este tipo de instalaciones las que garantizan la perdurabilidad del medio rural y del escaso tejido laboral que todavía queda en aquellas comarcas más alejadas de los centros industriales y de servicios. «Si no se preservan esos medios de subsistencia, difícilmente impediremos que estas áreas pasen a engrosar la cada vez más larga lista de espacios vaciados», señalan.

Además, recuerdan que si ya resulta bastante complicado que estas explotaciones y forma de vida puedan tener ciertas esperanzas de continuidad a través del relevo generacional, la aparición de más impedimentos en forma de ataques de lobos no animan precisamente a que posibles jóvenes emprendedores se embarquen en iniciativas de este tipo.

Por tanto, exigen a las instituciones competentes que se adopten las medidas oportunas y necesarias, en colaboración con los representantes del sector primario, para que la ganadería extensiva de este territorio no tenga que soportar un nuevo obstáculo en su existencia diaria, que ya de por sí es bastante precaria, dada la actual situación.

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