La Cátedra AgroBank para la transferencia del conocimiento al sector agroalimentario de la Universitat de Lleida ha premiado un proyecto de elaboración de Vino Naranja de la denominación de origen protegida (D.O.P) Condado de Huelva con tecnologías extractantes. Se trata de un proyecto que pretende acortar el periodo de maceración y envejecimiento del vino de un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz, liderado por la doctora Remedios Castro, y con la colaboración de las Bodegas José y Miguel Martín.

El apoyo a esta iniciativa se enmarca en la VI convocatoria de ayudas de la Cátedra AgroBank de la Universitat de Lleida para la transferencia del conocimiento al sector agroalimentario y cuenta con una dotación de 15.000 euros. Este año se han presentado un total de siete candidaturas a la convocatoria, procedentes de universidades y centros de investigación de Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

El ‘Vino Naranja del Condado de Huelva’ es un vino dulce aromatizado que cuenta con una larga tradición en Andalucía. La propuesta ganadora de la ayuda de la Cátedra AgroBank propone acortar el periodo necesario para su elaboración mediante el empleo de ultrasonidos en la maceración con chips de madera y cortezas de naranja. Esta técnica extractante se empleará conjuntamente con la microoxigenación y adición de chips, dos prácticas que han demostrado muy buenos resultados a la hora de emular el tradicional envejecimiento en madera.

“Tanto el envejecimiento en madera como la maceración implican unos inmovilizados y un tiempo que puede ser acortado mediante el empleo de energías extractantes. Entre estas técnicas, los ultrasonidos están despertando un alto interés, probablemente debido a su factible escalado a grandes volúmenes”, explica Castro.

El objetivo final del proyecto es poder elaborar a nivel comercial Vino Naranja de la D.O.P. Condado de Huelva con la misma calidad de siempre pero en menor tiempo y, por tanto, con un significativo ahorro de costes, sin mermar las propiedades organolépticas del producto. Asimismo, la iniciativa contempla el aprovechamiento de los restos desechables del proceso por parte de otras industrias.

En este sentido, las pieles de naranja y los chips de madera empleados para la maceración con energías extractantes serán aprovechados por la industria elaboradora de zumos y la tonelera, respectivamente.

“Estas acciones de aprovechamiento para la elaboración de otros productos agroalimentarios son importantes para reducir el impacto generado por la industria frutícola y maderera. Además, sin duda, nos permiten avanzar hacia una sociedad cada vez más concienciada con la recuperación de aquello que en principio se desecha, de cara a un menor impacto de la actividad económica en el medioambiente”, añade Castro.

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