Más de 100 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo piden a las Naciones Unidas que añada un nuevo artículo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, que consagra el derecho universal a un medio ambiente natural sano. La campaña #1Planet1Right está impulsada por la mayor asociación de conservación del mundo, BirdLife Internacional, y supondría la primera ampliación a la declaración desde que se creó en 1948.

A BirdLife International se han unido otras organizaciones de la sociedad civil como ClientEarth y el Pacto Mundial para el Medio Ambiente. David R. Boyd, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos y el medio ambiente también ha respaldado la campaña. #1Planet1Right envió una carta a António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en el Día de la Tierra haciendo la petición oficial de un nuevo derecho humano, y ahora continua presionando a la ONU lanzando una petición de firmas a toda la sociedad para que se sumen las voces que apoyan la iniciativa.

David R. Boyd, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos y el medio ambiente afirma que: «El derecho a un planeta sano, como derecho humano universalmente reconocido, sería un poderoso complemento del conjunto de instrumentos para salvar el planeta. El derecho a un medio ambiente saludable ya proporciona la base para gran parte del progreso que estamos viendo en diferentes naciones de todo el mundo. Lo que tenemos que hacer ahora es aprovechar este momento de crisis ecológica mundial para asegurar el reconocimiento de este derecho por parte de las Naciones Unidas, de modo que todos, en todas partes, se beneficien. El derecho humano a un planeta sano, si es reconocido por todas las naciones, podría ser el derecho humano más importante del siglo XXI».

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 23% de las muertes mundiales están vinculadas al daño y la destrucción del medio ambiente, mientras que cientos de millones de personas padecen enfermedades relacionadas con entornos poco saludables y no naturales. El cambio climático da lugar directamente a tormentas más frecuentes e intensas, sequías, incendios forestales y aumento del nivel del mar, que a su vez amenazan la vida de miles de millones de personas. La pandemia COVID-19 tiene sus raíces en la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de vida silvestre. Este nuevo derecho humano puede ayudar a garantizar que la recuperación ecológica mundial que el mundo necesita para reconstruir la sociedad después de la pandemia tenga en cuenta tanto la biodiversidad como las emergencias climáticas.

«Tras esta pandemia debemos garantizar no dejar a nadie atrás. La justicia ambiental es la pieza que falta en la gobernanza mundial para lograr la equidad y la agenda 2030. Tener un nuevo derecho universal que defienda un medio ambiente sano garantizaría esa justicia social y ambiental. Europa debe liderar este cambio, impulsar una nueva economía social, la recuperación verde que permita la revolución ambiental por la sostenibilidad», señala Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, y añade: «La nueva normalidad debe acabar con lo insostenible. Necesitamos globalizar el derecho a un medio ambiente sano y relocalizar la economía».

LA CAMPAÑA #1PLANET1RIGHT HACE UN LLAMAMIENTO A LA SOCIEDAD Y A LA ONU

– Votar para incluir el derecho a un medio ambiente sano en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en la Asamblea General de las Naciones Unidas y como tema urgente en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica a mediados de septiembre de 2020, con el fin de incluir finalmente el derecho en la Declaración Universal de los Derechos Humanos para el año 2023.

Patricia Zurita, CEO de BirdLife International indica que: «La salud de nuestro planeta es nuestra salud. Si nuestro planeta está enfermo, nos enfermamos. Y ahora mismo, nuestro planeta nunca ha estado más enfermo. La supervivencia de la humanidad ya está amenazada por las crisis del clima y la biodiversidad, y esta pandemia nos ha llevado un paso más cerca del borde. Para transformar y salvar la sociedad, el punto de partida debe ser asegurar que todas las personas tengan la misma línea de base: garantizar a todos el derecho a un planeta sano».

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