El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha mostrado a favor de dotar de más transparencia a los mercados mundiales de alimentos para lograr estabilizar los precios, una tarea ardua mientras continúe la guerra en Ucrania.

En una entrevista con Efeagro, Planas reconoce las dificultades para controlar la evolución de los precios en los mercados internacionales, que en el terreno alimentario afecta especialmente a productos como los cereales, las oleaginosas o los fertilizantes.

«Se puede y se debe dar más transparencia a los mercados», enfatiza el ministro, que pone de ejemplo la reciente decisión de los países de la Unión Europea de comunicar a la Comisión sus stocks de cereales, arroz y oleaginosas.

También alude a los trabajos del Sistema de Información sobre el Mercado Agrícola (AMIS), una plataforma creada a instancias del G20 para mejorar la transparencia, y llama a apoyar a los países más necesitados para comprar cereales.

«Si se produce una estabilización de los mercados, creo que podemos lograr estabilizar los precios, disminuir la volatilidad e intentar que a medio plazo volvamos a cifras bastante inferiores», señala.

No obstante, Planas recalca que, «si la guerra continúa, va a ser muy difícil conseguir estabilizar los mercados».

Sobre el reciente pacto entre Ucrania y Rusia para desbloquear las exportaciones de cereal ucraniano, el ministro español considera que se trata de «una tarea bastante difícil pero muy importante» para los mercados mundiales pero que ayudará a estabilizar los precios.

Asegura que, como consecuencia del acuerdo, se ha producido una ligera disminución de los precios internacionales, que han llegado a ser hasta un 80% superiores a los de hace un año en el caso de los cereales y las oleaginosas.

ABASTECIMIENTO ASEGURADO

En España, «el abastecimiento alimentario está asegurado», gracias a una cadena que «ha funcionado muy bien y lo seguirá haciendo en los próximos meses».

Sobre la inflación y la necesidad de estabilizar los precios, Planas subraya que «en este momento el incremento de los costes en la producción primaria es superior al incremento de los precios finales en el tique de compra de los consumidores».

Eso significa que «la propia cadena ha tenido la capacidad de absorber parte de ese incremento y se han repartido las cargas en relación con los esfuerzos», apunta Planas, que apuesta por la nueva Ley de la Cadena Alimentaria, en vigor desde diciembre pasado, como forma de aplicar «la política de rentas al sector agroalimentario».

Aunque la ley «no hay alcanzado aún velocidad de crucero» porque apenas lleva unos meses vigente, «el progreso es evidente» y la norma permite «repartir mejor las cargas y llevar a cabo la transparencia en la formación de precios», a lo que ayudará la puesta en marcha del nuevo registro electrónico de contratos, prevista para el próximo enero.

Entretanto, Planas confía en que a final de año los precios se estabilicen y puedan reducirse a principios de 2023.

En los primeros meses del año, la compra en volumen de alimentos se ha visto reducida un 5% más que otros años, algo que prevé que se consolide por la evolución de los precios y un consumo familiar «más selectivo», saludable y de calidad, con menor desperdicio y más gasto fuera de casa, según el ministro.

MEDIDAS ANTE LA SEQUÍA

Además de los efectos de la guerra en Ucrania y la salida de la pandemia, el campo español afronta una grave sequía como consecuencia del cambio climático, «una realidad que nadie puede negar», afirma Planas.

A nivel internacional, el ministro aboga por cumplir el Acuerdo de París para limitar la subida de las temperaturas, sin olvidar la necesidad de adaptación y mitigación de daños como los causados por los incendios forestales.

Estos últimos «nos recuerdan la necesidad de explotar racionalmente los bosques» y otras superficies para evitar que ardan, a lo que la ganadería extensiva puede contribuir.

Las altas temperaturas están actualmente impactando en el olivar, cuya próxima cosecha será «muy inferior» a la de otros años, y en los cereales, cuya producción estará este año entre los 17 y los 18 millones de toneladas, frente a los 20 millones habituales.

Con un consumo anual de 35 millones de toneladas de cereales, el ministro destaca que se han sustituido las importaciones de Ucrania y Rusia por otras de Estados Unidos, Canadá y Brasil, sobre todo en maíz.

«Afortunadamente tenemos un sistema agroalimentario en Europa muy sólido, gracias entre otras cosas a la PAC«, asevera Planas, que llama a adaptar las necesidades actuales a las normas vigentes.

Ante la escasez de recursos hídricos en distintas cuencas hidrográficas, insiste en que precisamos lograr un regadío sostenible, «incrementando las inversiones para que a cada gota de agua se le pueda sacar el mayor partido posible».

El ministro cita algunas acciones del Gobierno para ayudar a los productores afectados, desde rebajas de impuestos hasta el incremento de los créditos agrarios y otras medidas de carácter hidráulico.

En el comercio internacional, Planas insta a preservar la posición de fuerza de las exportaciones agroalimentarias españolas, valoradas en unos 63.200 millones de euros en los últimos doce meses.

Sobre los aranceles que Estados Unidos mantiene a la aceituna española de mesa, muestra su esperanza de que este producto «pronto pueda estar en condiciones de absoluta igualdad en ese mercado», tras el acuerdo alcanzado entre Bruselas y Washington para que EEUU cumpla con sus compromisos antes del próximo enero.

(Texto: Belén Delgado / Efeagro)

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