El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha demostrado que ante todo es un político, por lo que ha logrado evitar posicionarse sobre el futuro de los trasvases o, si quiera, si los respalda o no, al limitarse a señalar que admite que, de cara al futuro, «hay que optimizar el uso de los recursos hídricos, hacerlos más eficientes» en referencia a los trasvases, y en concreto del Tajo al Segura, para que se conviertan en algo habitual y no extraordinario.

Planas, en declaraciones al programa radiofónico ‘A pie de campo’, de Castilla-La Mancha Media (CMM), recogidas por Efe, y ante las demandas de Castilla-La Mancha para suprimir los trasvases al Segura y, con ello, se priorice la cuenca cedente, ha señalado que «la realidad es muy sencilla, y al tiempo muy complicada. De cara al futuro hay que optimizar el uso de los recursos».

«No soy una persona dogmática y no creo que haya que decir si o no radicalmente a las cosas, sino que hay que pensarlas»

Aunque ha reconocido que la competencia corresponde al Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera, ha admitido que el tema se está abordando de forma transversal y ha considerado que, en desalación, España es un país «puntero» en el mundo y junto a Israel, y aún más que este, se está consiguiendo «un uso eficiente del agua».

«Con los volúmenes que tenemos podemos hacer muchas cosas, bien, y habrá que ver si tiene racionalidad económica, si tiene sentido. No soy una persona dogmática y no creo que haya que decir si o no radicalmente a las cosas, sino que hay que pensarlas, verlas, solucionarlas», ha considerado.

Planas ha asumido que el problema de trasvases «está ahí, es una realidad y es una percepción que ha pasado ayer, pasa hoy y que ojalá no pase mañana, pero probablemente con tener esa percepción no debería ser materia de batalla sino de intentar buscar una solución, que es posible de forma racional».

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