La posibilidad de que los agricultores y ganaderos reciban ayudas por la fijación de carbono en sus explotaciones es «muy positiva» para el campo español, ha asegurado este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

«Es un tema incipiente, pero muy importante», ha señalado a EFE por teléfono desde Estrasburgo, donde este lunes y martes se celebra una reunión informal de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea.

«AHORA ESTAMOS EMPEZANDO A DAR LOS PRIMEROS PASOS, PERO ES UN TEMA DEL QUE EN CINCO AÑOS TODO EL MUNDO HABLARÁ»

Preguntado acerca de si este asunto generará oportunidades para los agricultores y ganaderos españoles, el ministro ha sido tajante: «Sí, absolutamente».

El objetivo es que, dentro de la neutralidad en CO2 que la UE se ha marcado para 2050, el sector primario la alcance antes, para 2035, ofreciendo incentivos económicos a agricultores y ganaderos por el carbono que absorban sus terrenos.

Aún así, Planas ha advertido de que primero hace falta desarrollar todo el concepto, algo que será complejo, con la elaboración de los sistemas de certificación con derecho a primas y el método de cálculo.

España ya está empezando a trabajar en este terreno de la fijación de carbono, con el plan estratégico nacional de aplicación de la PAC que presentó en diciembre a la Comisión Europea (CE), y que incluye ya algunos campos de acción, como el pastoreo extensivo, la agricultura de conservación y los cultivos permanentes.

«Ahora estamos empezando a dar los primeros pasos», pero «es un tema del que dentro de cinco años todo el mundo hablará», ha recapitulado Planas.

CLÁUSULAS ESPEJO A LAS IMPORTACIONES Y EL PROBLEMA DE LOS PAÍSES IMPORTADORES NETOS

Otra cuestión que quiere promover la presidencia francesa del Consejo de la UE de este semestre es el de la inclusión de las llamadas «cláusulas espejo» en los futuros acuerdos comerciales de la UE.

El objetivo de esas cláusulas es que los países que comercian con el bloque europeo tengan que tener las mismas condiciones que las de los productores comunitarios.

«El argumento es definitivo, no se puede exigir a nuestros agricultores condiciones más estrictas sobre el uso de productos fitosanitarios y fertilizantes que las de los productos que entran de Terceros Países«, ha afirmado.

Planas ha recordado que España fue el primer país que lo planteó y que Francia se sumó «inmediatamente». «Hemos mantenido una postura muy firme», aunque aún falta lograr un consenso dentro de la UE, especialmente por parte de los países que son importadores netos de productos alimentarios.

«Es un argumento que antes o después se va a abrir paso», ha vaticinado.

Al margen de esta cuestión, el Gobierno español mantiene contactos con la Comisión Europea para que urja a Estados Unidos a retirar en los «plazos más breves posibles» los aranceles a la aceituna de mesa, impuestos durante la Administración de Donald Trump en 2018 y que la Organización Mundial de Comercio consideró «ilegales» en noviembre pasado.

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