El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha admitido que el debate para consensuar una nueva Política Agrícola Común (PAC) en la Unión Europea (UE) se ha convertido en «cansino» después de tres años de discusiones, aunque ve «muy cerquita» el acuerdo definitivo que priorice a la agricultura familiar.

Así lo ha señalado Planas durante la apertura del foro «Madrid Food&Drink Summit», organizado por la patronal de la industria alimentaria española (FIAB) este jueves 10 y en el que también participan la ministra de Economía, Nadia Calviño, y el expresidente del Gobierno Felipe González.

«Necesitamos de un acuerdo pronto, estamos muy cerquita. Tres años de discusión entra ya en lo cansino, y es verdad que tres años de reforma no es la mejor manera de que nuestros agricultores y ganaderos estén tranquilos», ha reconocido el titular de Agricultura.

No obstante, ha insistido en que se trata de una «excelente oportunidad» para España, ya que el país cuenta por primera vez ahora con un plan estratégico nacional -elaborado en colaboración con las comunidades autónomas- donde se definen las «necesidades, fortalezas y debilidades» del sector primario.

LA PAC IRÁ DESTINADO A LA AGRICULTURA FAMILIAR FUNDAMENTALMENTE, YA QUE ES LA QUE MÁS LO NECESITA

A la espera de que se cierre a escala comunitaria la nueva PAC, Planas ha defendido que este programa de ayudas públicas irá destinado a la agricultura familiar fundamentalmente, ya que es la que más lo necesita.

El ministro ha recordado que a los cerca de 47.000 millones que recibirá España en el marco de la próxima PAC -a lo largo de siete años- se suman los fondos activados como consecuencia de la pandemia a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

En este sentido, ha recordado que el Gobierno estudia la aprobación de un proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) dedicado específicamente a la industria alimentaria cuya dotación presupuestaria «podría superar ampliamente los mil millones de euros».

Para ello, ha instado al sector a que en los próximos meses manifieste su «disposición para articular un proyecto colectivo» que permita avanzar en digitalización y sostenibilidad.

Además, ha recomendado a las cerca de 30.500 empresas fabricantes de alimentos y bebidas que apuesten por los nuevos alimentos y las «nuevas fuentes proteícas de alta calidad» ante la necesidad de dar de comer a una población mundial sin explotar en mayor medida los recursos naturales.

Planas también se ha mostrado favorable a apostar por la edición genética en materia de alimentos, siempre «con todas las garantías tanto científicas como en materia de salud pública».

El titular de Agricultura ha valorado el comportamiento de la cadena alimentaria para garantizar el abastecimiento pese a la pandemia, y ha destacado el aumento de las exportaciones en este campo durante los últimos años.

«En los noventa nuestra balanza agroalimentaria era negativa y a principio de los 2000 se equilibró. En los últimos veinte años el crecimiento ha sido espectacular» hasta lograr un saldo positivo superior a los 20.000 millones de euros, según ha recalcado.

Por su parte, el presidente de FIAB, Tomás Pascual, ha lamentado la abundancia de «informaciones que cuestionan la calidad y la seguridad de productos y de ciertos ingredientes» al acusarlos de ser «perjudiciales» para la salud, lo que en su opinión genera «confusión y alarma».

«Eso favorece la aparición de corrientes pseudo-científicas sin rigor», ha denunciado el dirigente patronal, quien ha abogado por recuperar la defensa de una «alimentación sensata» que ha permitido a España convertirse en uno de los países con mayor esperanza de vida.

Pascual ha subrayado «la responsabilidad y el compromiso» mostrados por el sector en los últimos meses en un contexto marcado por la covid-19 y ha resaltado sus «esfuerzos en materia laboral», ya que el empleo -la industria alimentaria da trabajo a cerca de medio millón de personas, según sus datos- se ha visto menos afectado que en otros ámbitos.

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