Ante la cercanía del inicio de la campaña de la fruta en Cataluña, Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) considera clave actuar con previsión y planificación de cara en la recogida de la fruta en tierras de Poniente de este año, y hacerlo extensivo a las siguientes campañas en otros territorios. Sergi Balué, representante de la Fruta Dulce de JARC, recuerda que “desde el sector tenemos que actuar con la máxima responsabilidad y sentido común y evitar el efecto llamada. Si se necesita más personal, aparte del habitual, la contratación se tiene que hacer de manera ordenada para que no haya desplazamientos descontrolados de personas que buscan trabajo” y para eso piden ayudas para impulsar los alojamientos privados.

Para garantizar el máximo nivel de seguridad del personal contratado, la entidad apuesta por los alojamientos privados modulares o viviendas rehabilitadas situadas la misma explotación, o en sus proximidades, para los trabajadores temporales que así lo necesiten. “Se trata”, explica Balué, “de minimizar movimientos y aglomeraciones para reducir el riesgo de contagio, y para ello pedimos al Departament d’Agricultura que ponga en marcha medidas de apoyo para los productores para poder construir alojamientos modulares, rehabilitar viviendas o alquilarlas”.

Durante la pasada campaña de la fruta el representante de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia anunció la voluntad del departamento de abrir una línea de subvenciones para construir o reformar alojamientos destinados a los temporeros. Según la organización agraria, “hay que actuar con previsión. Ahora sería el momento de activarlas”.

Cabe recordar los problemas que se generaron el pasado año con el tema del covid por la llegada masiva de temporeros en muchas zonas de España y en especial en regiones de fruta de Cataluña, que generaron un fuerte repunte de los casos de contagios. Algo que ahora se quiere evitar y más en las actuales circunstancias de la alta incidencia del virus en todo el territorio.

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