La Comisión Interinstitucional de seguimiento del Mejillón Cebra se creó en 2006 para que diferentes organismos trabajaran de manera coordinada en la gestión de esta especie desde el momento mismo de su detección en el País Vasco. Esta comisión reúne a diferentes organismos con competencias en la materia (Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Agencia Vasca del Agua, Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Confederación Hidrográfica del Ebro, Diputaciones Forales, Universidad del País Vasco, Consorcios de Aguas e Iberdrola). En su seno se proponen, coordinan y realizan actuaciones diversas para reducir los impactos que esta especie pueda generar.

Dentro de este marco de trabajo se han desarrollado labores para la detección temprana de nuevas poblaciones de mejillón cebra, eliminación de ejemplares cuando ello ha sido posible, adaptación de la normativa y vigilancia de su cumplimiento, tareas de  educación ambiental, divulgación y sensibilización, instalación de estaciones de desinfección…

En cuanto a la expansión de la especie, cuya distribución actual se muestra en el mapa adjunto, es de destacar que, si bien su dinámica es aún objeto de estudio,  su área de distribución ha sufrido una ampliación a lo largo de los últimos años acompañada de un incremento gradual en el tamaño de buena parte de las poblaciones ya asentadas.

Las especies exóticas introducidas y sus efectos suponen una importante amenaza para la conservación de nuestro medio natural, y esta comisión dedica importantes esfuerzos a su estudio y mitigación. Estos efectos pueden ser aún más lesivos cuando se producen sobre especies o hábitats con importantes problemas de conservación. Por este motivo merecen una mención especial los trabajos que la Agencia Vasca del Agua y la Diputación Foral de Álava realizan para evaluar el impacto que el mejillón cebra tiene sobre especies amenazadas en nuestro territorio.

En las cuencas fluviales del País Vasco existen varias especies de bivalvos autóctonos (náyades o almejas de río). Se trata de especies que, según referencias antiguas, estuvieron ampliamente distribuidas hasta hace solo unas décadas, pero que ahora han quedado relegadas a unas pocas localidades.

Anodonta anatina es una náyade catalogada como especie “De Interés Especial” en el País Vasco, presente en unos pocos enclaves fluviales de las vertientes cantábrica y mediterránea. Los embalses de Ullibarri-Ganboa y Urrunaga, en Álava, concentran más de un 90% de los ejemplares que se conocen en todo el territorio. En Ullibarri-Ganboa, donde se está pudiendo valorar con detalle la evolución de las poblaciones tras la aparición del mejillón cebra, se ha estimado que en los dos primeros años de invasión ha desaparecido un 24% de los ejemplares de Anodonta. En Urrunaga, cinco años después de la entrada del mejillón cebra, se ha perdido un 57% de los efectivos de Anodonta y algunas zonas del embalse han sufrido pérdidas de hasta el 81% de sus náyades.

Los ejemplares de mejillón cebra tienen preferencia por estas náyades a la hora de asentarse y lo hacen generalmente en gran número. Se han llegado a contar hasta 1.717 individuos de mejillón sobre un solo ejemplar de esta especie. Su presencia dificulta la respiración y alimentación de las náyades, obstaculizando también los desplazamientos que estos animales realizan para adaptarse a los niveles cambiantes de agua que se dan en los embalses.

En la página Web de la Agencia Vasca del Agua se pueden consultar los informes de todos los trabajos realizados hasta la fecha sobre este tema.

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