Hablar de agua en España o de Planes Hidrológicos es tan complicado como hablar de las familias que existen en el seno del PSOE. Digas lo que digas, al final siempre vas a tener alguien con contra. Pero si ya juntas ambos conceptos… riete de los efectos frío y calor de los geles de Durex.

Por eso, la postura del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, empieza a ser más que complicada. Por un lado, como dirigente autonómico quiere cambiar todos los Planes Hidrológicos (o por lo menos el del Tajo) y acabar con los trasvases (en especial el del Tajo-Segura).

Por otro, como barón del PSOE, es de las voces más claras que pide al partido dejar que gobierne Rajoy el PP en minoría esta legislatura. Con lo que le puede caer de todas partes como acabe saliendo adelante su propuesta.

Y es como gobierne Rajoy y no cambie ni una coma de los Planes Hidrológicos, García Page sólo va a necesitar uno geles de Durex, el que da frío,  porque ya va a estar calentito de sentir los palos que va a recibir de todas partes.

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