España es la segunda potencia agraria de la UE por detrás de Francia y, sin embargo, tiene el doble de perceptores de la PAC que «no son agricultores, sino propietarios», lo que convierte al país, según el consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Aragón, Joaquín Olona, «en el garbanzo negro de Europa».

Así lo señala Olona en una entrevista con Efe cuando se aproxima la fecha para que España presente formalmente el Plan Estratégico para la nueva PAC 2023-2027, un borrador que comenzó a negociarse en 2016 y que en el caso de España apenas supone cambios en aspectos como la eliminación de los derechos históricos que se cobran por lo que se hizo en el pasado o el reconocimiento al profesional agrario o ganadero en lugar de al propietario.

«En España no terminamos de entender que eso (tener tierras) no te hace agricultor, te hace propietario de tierra con todo el derecho, con todo el respeto, la legitimidad y con todas las garantías jurídicas», señala Olona, quien advierte de que la PAC «no es una ayuda a los propietarios de fincas agrícolas», sino para los agricultores profesionales, incluidos quienes se dedican a tiempo parcial a esta labor y que en conjunto, en el caso de Aragón, son dos tercios de los perceptores.

“LA ACTIVIDAD AGRÍCOLA NO SE PUEDE REDUCIR A SER SOLO PROPIETARIOS, MIENTRAS QUE LA PAC TIENE QUE DIRIGIRSE A LOS PROFESIONALES”

Para el consejero aragonés, agricultor es también quien compagina la actividad agrícola con otra ocupación, ya sea porque por las características del sector o por la dimensión de la explotación no podría vivir de ello, algo que, señala, «forma parte de la realidad de la sociedad rural, del ADN de nuestros propios pueblos».

Por eso, considera que la actividad agrícola no se puede reducir a ser solo propietarios, que «lo que tiene es que cobrar una renta de esas propiedades y ya está», mientras que la PAC «tiene que dirigirse al profesional», lo que no va a ocurrir en esta negociación y la causa por la que Aragón ha mostrado su desacuerdo con el enfoque político del plan estratégico.

«En Aragón no tenemos 40.000 agricultores, es una ficción, no es verdad, lo que sí tenemos son 40.000 propietarios de tierras de fincas rústicas, pero eso es otra cosa», insiste Olona, quien señala que mientras Francia «lo resolvió hace muchos años», en España sigue sin resolverse y por eso, denuncia, en Europa «nos están llamando la atención» y España ha pasado a ser el garbanzo negro de Europa.

Aunque Olona ha asegurado que, «en términos objetivos», con esta nueva reforma Aragón no saldrá perjudicada porque no va perder ficha financiera; el «pero» es que no se va a focalizar en los profesionales.

«¿Van a mejorar los agricultores y ganaderos profesionales y los que tienen ganado?, pues no, porque no se está poniendo el interés en ese objetivo», critica Olona, quien atribuye esa postura a que «hay una gran parte del sector que configuran los perceptores de la PAC que no quieren que haya cambios».

Por ello, considera que esta «reforma insuficiente» no es achacable al ministro Luis Planas que, a su juicio, ha hecho «la mejor solución posible a un sudoku donde tiene un peso muy influyente esta defensa de los perceptores, que no todos son agricultores» y que convierte la negociación en «un callejón sin salida».

LA IMPORTANCIA DE LA PAC RADICA EN QUE SIN ESTAS AYUDAS LA AGRICULTURA FAMILIAR «SERÍA TOTALMENTE INVIABLE Y, SI ESO SE QUITA, LOS PUEBLOS SE CAERÍAN»

Olona,pese a reconocer que España es el garbanzo negro de Europa, incide asimismo en la importancia de la PAC porque sin estas ayudas la agricultura familiar «sería totalmente inviable» y con ello se pondría en peligro la persistencia del medio rural, porque la base económica de la mayoría de los pueblos es la agricultura y ganadería y si eso se quita, «los pueblos se caerían».

«No está en riesgo que se cultiven los campos, lo que se acabaría es con el modelo territorial y el mundo rural y pasaríamos a un modelo distinto de trabajadores y empleados», una agricultura corporativa, apunta, «donde lo que prima es la rentabilidad del capital, con grandes unidades de explotación, de miles y miles de hectáreas, nada que ver con la agricultura y ganadería que conocemos».

Uno de los aspectos en los que Aragón sí ha influido, ha destacado Olona, es que en la ayuda redistributiva de la renta se incluya un 5% adicional para las mujeres y reconocer así la función que han ejercido «desde siempre pero sin reconocimiento»

Actualmente, Aragón cuenta con 10.238 mujeres titulares de una explotación agraria, 11.078 son declarantes de la PAC, 8.858 están afiliadas a la Seguridad Social Agraria y 15.473 han firmado un contrato en el sector agrario.

La nueva PAC también aumentará hasta un 12% el apoyo global a las rentas en las comarcas turolenses, Monegros y Bajo Cinca, el apoyo a los cultivos leñosos permitirá el acceso a los pagos directos de una parte significativa de la superficie de los frutales y el Ministerio de Agricultura duplicará la cofinanciación de los fondos Feader para el segundo pilar destinado al Programa de Desarrollo Rural.

(Texto: M. Rosa Lorca / Efeagro)

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