Ginés Mena / Efeagro
Las elevadas temperaturas que azotan a las zonas productoras españolas «fríen» al olivar, que acusa el estrés hídrico y se defiende con desprendimientos de fruto en las fincas de secano, mientras que los precios en origen se moderan.
El POOLred muestra del 16 al 22 de junio 21 operaciones por 1.425,20 toneladas, a un precio medio de 3,87 euros/kg. Por categorías, apunta 3,92 euros/kg para el virgen extra; 3,81 para el virgen y 3,79 para el lampante.
Una mirada hacia otros países olivareros de la cuenca mediterránea muestra que, del 5 al 11 de junio, en Italia se apreciaban valores de 5,86 euros/kg para el virgen extra; 3,35 para el lampante y 3,99 euros para el virgen, según Ismea. En Grecia, los aceites de oliva de mayor calidad rondan los 3,98-4,25 euros/kg; y en Túnez, se sitúan en 4,24-4,53 euros/kg.
El descenso de los precios no fue significativo mientras que se mantienen las salidas a los mercados
«El precio del aceite bajó levemente la pasada semana en todas las categorías excepto en el virgen extra», apunta la organización agraria Asaja-Jaén en su informe del 16 al 22 de junio.
«El descenso no fue significativo; y las salidas al mercado se mantuvieron similares a las de la semana anterior, algo más bajas que meses atrás, pero más altas que hace tres semanas», apostilla.
En cuanto a la comercialización se refiere, destacan los ingresos que aportan los envíos exteriores mientras que los volúmenes demandados en el mercado nacional se resienten con fuerza por el trasvase de consumo hacia grasas más económicos, como el girasol.
Así pues, las exportaciones de aceite de oliva en la campaña de comercialización 2016-2017 (de octubre hasta abril) sumaron 572.192 toneladas por valor de 2.094,66 millones de euros, según recogen los datos de Aduanas, con un precio de las expediciones de 3,66 euros por kilo de media (en abril, llegaron a 3,94 euros).
Andalucía «se sale» y las ventas exteriores de aceite de oliva durante el primer cuatrimestre del año se dispararon el 47% y superan por primera vez la barrera de los 1.000 millones de euros.
El aceite de girasol es el gran beneficiado al incrementar sus ventas en el mercado interior un 26,92% más interanual
Según los datos de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), de enero a mayo se vendieron 122,88 millones de litros de aceite de girasol en el mercado interior, un 26,92% más interanual (o lo que es lo mismo, un ascenso significativo de 26 millones de litros), mientras que todos los «olivas» sumaron 122,44 millones de litros (-14,49%).
Si analizados la campaña comercial actual 2016-2017 (de octubre a mayo), las salidas se sitúan en 205,20 millones de litros, -11,63%. Los descensos fueron generales: los vírgenes extra cayeron el 2,75%; los vírgenes, el -16,03%; el «oliva suave», el -18,17%; y el oliva «intenso», el -10,52%, de acuerdo con la misma fuente.
La comercialización de aceites envasados de semillas, más baratos que los olivas, sigue aumentando cuota de mercado, con 141,32 millones de litros durante los primeros cinco meses del año, el 7,23 % más en términos interanuales, con el girasol como «estrella».
En menor medida, figuran refinados de mezcla de semillas, que movilizaron unas ventas de 17,27 millones de litros. Y, entre las grasas vegetales «minoritarias», figuran una disparidad de grasas con las siguientes cantidades comercializadas; 7.303 litros de aceite de colza; 36.726 de pepita de uva; 487.550 de maíz; 595.111 de soja; y 43.075 litros de aceite de cacahuete.
La sequía parece que pasará factura al olivar, aunque en menor medida que en otros cultivos
A nivel agronómico, la sequía parece que pasará factura al olivar. Desde Andalucía, cuna del olivo, las organizaciones agrarias han advertido desprendimiento de fruto en explotaciones de secano, que cae al suelo al no poder continuar su desarrollo por falta de agua, mientras que los recursos en pozos y embalses son limitados.
En Castilla-La Mancha, Cooperativas Agro-alimentarias han estimado que la próxima campaña del olivar tendrá un 10% menos de producción que la actual, que se saldó con 114.000 toneladas de aceite. Matizan que, si persiste la sequía habrá menos cantidad todavía y, si llueve, la producción podría revisarse al alza.
Entre las novedades del sector, la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, Clara Aguilera, ha planteado esta semana a los comisarios de Agricultura, Phil Hogan, y de la Competencia, Margrethe Vestager, que se aprueben garantías jurídicas para que el sector oleícola pueda acometer el «almacenamiento colectivo», cuando exista sobreproducción.
Una medida que permitiría regular la oferta, mantener unos adecuados niveles de rentas para el agricultor y estabilidad en los precios al consumidor -que, durante los últimos meses, ha visto elevar mucho las cotizaciones por la escasez de la oferta- y que cuenta con el apoyo de organizaciones agrarias y cooperativas.