En tiepos de cambio, hay que sopesar muy bien las cosas para alir perdiendo.Por eso, los pequeños agricultores deben valorar ante la campaña de la PAC 2022 si les interesa mantener el valor actual de sus derechos o salirse del régimen de pequeños agricultores durante este ejercicio o apostar por salir beneficiados accediendo en el nuevo periodo a sus derechos a la renta de pago básico.

Entre los cambios que la nueva Política Agrícola Común (PAC) traerá para la nueva ayuda a la renta básica para 2023, destacan dos cuestiones.

La primera, que los importes a considerar para transformar los actuales derechos de pago básico a los nuevos derechos de renta básica serán los importes de la campaña 2022.

Y la segunda, que en el caso de los pequeños agricultores se utilizará el importe que están cobrando y no el valor de los derechos con la convergencia acumulada de los años anteriores. Es decir, en 2023 no va a existir este régimen de pequeños agricultores y todos accederán al régimen general.

Cabe recordar que el régimen de pequeños agricultores tiene diversas ventajas y que este tipo de solicitantes cobran un importe “fijo” calculado con el valor de los derechos de 2015 (importe que no se actualiza con la convergencia de los derechos). Sin embargo, cuando un pequeño agricultor se sale del régimen, deja de cobrar el importe “fijo”, y los derechos pasan a tener el valor aplicando la convergencia acumulada desde 2015 hasta el momento de su salida.

Por lo tanto, desde la organización agraria ARAG-ASAJA se aconseja a los  pequeños agricultores que consulten con los técnicos de la organización su situación en relación con la convergencia de sus derechos para que puedan valorar si les interesa mantener el valor actual de estos derechos (incluyendo la convergencia de 2021 y de 2022) o, por el contrario, saldrían beneficiados accediendo en el nuevo periodo a sus derechos a la renta de pago básico, aunque suponga salirse del régimen de pequeños agricultores durante este ejercicio.

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