Lorenzo Ramos Silva / Secretario general de UPA

La Unión Europea debe ruralizarse. El sistema agroalimentario europeo, del que los agricultores y ganaderos de carácter familiar somos la pieza fundamental, debe ocupar el lugar que se merece en la llamada agenda europea. Sólo con una cadena equilibrada será posible seguir alimentando a más de 500 millones de personas, creando millones de empleos, cuidando el medio ambiente y luchando contra el despoblamiento.

Las elecciones europeas del próximo 26 de mayo deben servir para poner a la sociedad europea ante el espejo. ¿Cómo queremos que sea nuestro futuro? ¿Queremos una sociedad más igualitaria, en la que la riqueza se reparta entre todas las capas de la población? ¿Apostamos por una verdadera sostenibilidad social, ambiental y económica? Las respuestas a estas y otras preguntas marcarán nuestro futuro y el de las generaciones que están por venir.

El mundo rural debe participar masivamente en las elecciones europeas

Los hombres y mujeres que vivimos en el medio rural debemos participar en las elecciones europeas del próximo 26 de mayo. No sólo porque sea nuestro derecho –y nuestro deber- como ciudadanos, sino porque muchas de las decisiones políticas que más nos afectan se toman en Bruselas y en Estrasburgo, sedes del Parlamento Europeo.

En el caso de los agricultores y ganaderos, nuestra participación es aún más importante. En el campo sabemos muy bien que la PAC determina nuestra vida, nuestras rentas y cómo podemos trabajar.

Es cierto que la Unión Europea nos supone normas muy estrictas, demasiado cambiantes además, y nos amarga con su excesiva burocracia, pero también debemos reconocer que, gracias a ella, seguimos percibiendo un apoyo a nuestras rentas sin el que nos sería imposible sobrevivir.

Europa está en peligro

Un fantasma recorre Europa. Pero en este caso ese fantasma está muy lejos del que citaran Marx y Engels en 1848. En esta ocasión el fantasma quiere cargarse Europa tal y como la conocemos.

Desde las últimas elecciones europeas, en 2014, las fuerzas antieuropeas han cosechado notables éxitos en sus citas nacionales, y quieren entrar en el Europarlamento como un elefante en una cacharrería, destrozando todo a su paso.

Los agricultores y ganaderos –y especialmente los pequeños y medianos que conformamos UPA– no podemos permitirnos menos Europa. No sólo por los apoyos que nos llegan en forma de presupuesto, sino porque asistimos a guerras comerciales a nivel mundial que ya nos afectan gravemente. La Unión Europea es nuestra única tabla de salvación ante un panorama mundial lleno de incertidumbres.

Nosotros apostamos por ruralizar Europa. Es una receta sencilla, aunque exige cierta valentía política y amplitud de miras: hacen falta medidas que apoyen a los emprendedores que vivan y trabajen en el medio rural, dotadas con presupuesto suficiente. También son necesarias reglas estrictas que eviten los abusos en la cadena agroalimentaria que impiden a agricultores y ganaderos obtener una rentabilidad suficiente. Y son imprescindibles inversiones en servicios e infraestructuras que permitan a los habitantes de los pueblos no ser ciudadanos de segunda.

El campo debe votar más Europa

Los agricultores y ganaderos debemos ejercer nuestro derecho al voto en libertad y en conciencia, recordando que la nueva PAC la decidirá el Parlamento Europeo que resulte de nuestros votos, y las mayorías que se conformen serán decisivas.

Desde UPA hacemos un llamamiento a apoyar a las fuerzas políticas que apuesten por una Europa más justa y por una mayor justicia social. El progreso de Europa no será posible sin un apoyo firme al mundo rural, sin un compromiso firme con los jóvenes y las mujeres y sin políticas que eviten el grave despoblamiento al que nos enfrentamos.

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