Marco Antonio Campos Sanchis / Presidente de la “Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica” (ADSC)

No, no somos la España Vaciada. Así lo sentimos muchos de los que vivimos en el medio rural. Se podría haber utilizado cualquier otro nombre: la España menos poblada, la España Rural, la España Verde, etc. No, en su lugar utilizamos un termino peyorativo para referirnos a nosotros mismos.

Reclamar mejoras fiscales o en infraestructuras no tiene porqué ir acompañado de un vertido de mensajes que dibujan a nuestros pueblos como lugares inhóspitos y casi tercer mundistas.
No podemos animar a repoblar o mantener la población en nuestros pueblos si nosotros mismos le llamamos” España Vaciada” es como decir “se vende piso con goteras”. No te lo compra nadie. Sin embargo, el uso del termino de la España Vaciada tiene su porqué.

Por un lado, se aprovecha el tirón mediático del libro de Sergio del Molino, que se llama casi igual, la
España Vacía. Y por otro lado se utiliza para recordar a las instituciones, sobre todo las europeas, que somos pocos y que nos hacen falta servicios e infraestructuras. Esto último no estaría mal si lo que se pretendiera es conseguir beneficios para todas las zonas despobladas del país, pero no es así. Los que están agitando el brazo político de la España Vaciada, defienden que estos beneficios europeos lleguen a tres provincias: Teruel, Soria Y Cuenca. El resto no cumplimos los requisitos, aunque entre ellas esté por ejemplo Guadalajara, que es donde se encuentra la zona 0 de la despoblación en España. Pero también se encuentra el Corredor del Henares y eso convierte a esta provincia en la que mayor aumento de población ha tenido del país. Eso sí, cuando hay que manifestarse en Madrid, la España Vaciada somos todos. Cuando hay que tocar las campanas de cada pueblo para hacernos oír, también. Pero cuando hay defender en Europa o en el Congreso que se aplique una fiscalidad diferenciada se pide solo para tres provincias, las que cumplen con el criterio de tener una densidad de población inferior a 12, 5 habitantes por provincia. Y este criterio en España solo lo cumplen Teruel, Soria y Cuenca.

Los criterios europeos además del criterio provincial (NUT2), también hablan de NUT
noadministrativas que van más allá de la división provincial, y por tanto permiten solicitar ayudas para otras provincias que forman parte de la Serranía Celtibérica, así como para la Franja Céltica (con parte de 6 provincias españolas que hacen frontera con Portugal). En el año 2015 el Congreso de los Diputados acordó una Proposición no de Ley en la que se decía «El Congreso de los Diputados, uniéndose a lo acordado por el Senado y consciente de que se puede detener el proceso de muerte biológica al que se ve abocado buena parte del territorio de la Serranía Celtibérica, por su baja demografía, su ruralidad remota, su desarticulación poblacional y su tasa de envejecimiento, insta al Gobierno a adoptar las medidas oportunas de forma urgente, para que se reconozca la identidad interregional de la Serranía Celtibérica, en el marco de la Europa de las Regiones, como Región Escasamente Poblada, Región Montañosa y Zona Rural Remota.

Teruel Existe, presente en el Congreso, no ha querido reclamar en ningún momento el cumplimiento de este acuerdo. El señor Guitarte ha defendido que las ayudas del 20% al
funcionamiento de las empresas autorizadas por la Comisión Europea para las provincias de Teruel, Cuenca y Soria, sean prioritarias en la negociación de los Presupuestos Generales del
Estado. Es lo mismo que apoya el sector patronal de estas provincias que evidentemente prefiere que cuantos menos se repartan el pastel mejor. Pero eso sí, para tocar las campanas nos llaman a todos. Provincias con zonas con problemas de despoblación como Zaragoza, Castellón o Guadalajara no tienen la misma realidad que Teruel, Soria y Cuenca. En las tres
primeras encontramos lugares con serios problemas de despoblación con otras zonas muy pobladas.


Por tanto, a nivel de provincia
, el nivel de concienciación y movilización frente a la despoblación es muy distinto. La misma realidad que hace que no den algunas provincias la media para las ayudas europeas pese a contar con zonas muy despobladas, es la que puede hacer que tampoco alcancen ni de lejos la media para lograr representación parlamentaria con una opción política de la España Vaciada. Porque en cualquier pueblo de Teruel o Soria hay conciencia de lo rural pero en Benicasim o en Azuqueca de Henares no tanto. Y ahí y en otros muchos pueblos similares y capitales de algunas provincias, el voto proEspaña Vaciada será anecdótico. Eso la saben, los promotores de la rama política de la España Vaciada. Pero de la misma manera que para ir a manifestarse a Madrid o para hacer sonar los campanarios conviene ser más de tres, para movilizar el cotarro político también es conveniente, aunque al igual que con las ayudas Europeas luego solo saquen beneficio las provincias mencionadas. Les venimos bien a ratos. Por tanto, hay provincias para recibir fondos y provincias pagafantas. Una cosa es que nos utilicen para tocar una campana o coger una pancarta en una manifestación y otra que nos utilicen políticamente

Si queremos defender a nuestros pueblos vamos a comprometernos a defender a la España despoblada
, que son más de 3 provincias. Si no tienen claro las zonas pueden consultar el
mapa de
la investigadora demográfica Pilar Burillo. Y para demostrar ese compromiso no hace esperar a las elecciones municipales o autonómicas: el momento es ahora, en España con la tramitación de los presupuestos y en Europa con la tramitación de los fondos destinados a zonas despobladas.

El frente común de lo rural tiene que estar presente desde ya. No nos gusta ser y no somos la España Vaciada pero mucho menos la España Utilizada.

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