La producción de alcachofa en la zona de Levante, principalmente Región de Murcia y sur de Alicante, comienza la recolección de su segundo colmo o cosecha anual, después de semanas complicadas en las que las heladas, por un lado, y la subida de las temperaturas, por otro, le han puesto las cosas difíciles, como cada año, al cultivo durante algunos días. En estas fechas arranca también el inicio de la temporada en Navarra, que les hace el relevo a muchos campos del sudeste del país.

El cultivo de la alcachofa tuvo la recogida de su primer colmo en noviembre, mientras que el segundo está teniendo lugar estos últimos días (ya se ha obtenido el 10% de la producción esperada). Esta cosecha se ha adelantado algunos días, en comparación con el pasado año, debido a las lluvias producidas en la zona de Levante. Ello a pesar de que la subida de las temperaturas de mediados de marzo (20º-24º de día y más de 14º de noche) supuso un problema para el sector, ya que redujo el precio del producto (entre 80 céntimos y un euro en fresco y entre 35 y 45 céntimos el procesado) y saturó el mercado con el exceso de oferta (a causa del calor) y el descenso de la demanda.

Aun así, los productores esperan alcanzar antes de verano las 220.000 toneladas de alcachofa estimadas al principio de la campaña, que “está siguiendo la línea de los años anteriores en cuanto a producción y a vicisitudes meteorológicas como la sequía y las heladas”, según valora Antonio Galindo, presidente de Alcachofa de España.

En la actualidad las localidades navarras de la IGP (Indicación Geográfica Protegida), como Tudela, Ribaforada o Fontellas, comienzan a hacerle el relevo a muchas zonas de campo del Levante español, lo que ayuda a dar a estas un respiro con el aumento de las temperaturas en el sudeste del país y a poder ofrecer alcachofa durante los 365 días del año.

Heladas blancas y negras en Navarra

Aunque, de momento, la intensidad de la recolección no está siendo la esperada en comparación con otros años debido a los cambios de temperatura de los últimos días. “En marzo ha habido dos semanas de mucho calor, en las que las plantas crecieron muchísimo, y con las heladas posteriores este ritmo ha parado y, actualmente, tenemos entre un 20% y un 30% menos de producción, aproximadamente”, indica Jaime Castel Ruiz, responsable de calidad de Castel Ruiz, empresa socia de Alcachofa de España.

Según Castel Ruiz, se han registrado desde enero cerca de 500 horas por debajo de los 0º, lo que “no supone un problema cuando es solo un grado, pero sí en el momento en el que alcanza los -3º o los -5º”. En consecuencia, hasta el momento solo se ha recogido un 10% de la alcachofa que se espera en Navarra hasta mayo y que se traduce en “una producción baja, pero que puede remontar”, como indica el productor navarro.

La mayoría de las heladas que se han producido en los cultivos navarros ha sido las denominadas ‘blancas’, que no son tan dañinas, ya que en días sin viento la humedad se cristaliza en el exterior de la alcachofa y hace que se pierda la piel que la recubre y que no sea tan atractiva a la vista, pero sin perder calidad en su interior. Frente a las llamadas ‘negras’, en las que la cristalización se da dentro y la carne de la hortaliza se ennegrece y no es tan buena.

La producción de alcachofa de Tudela se destina al fresco (un 25% para Navarra, La Rioja o País Vasco y un 75% para el resto de España) y a la conserva, sobre todo, en mayo y en junio, que representa cerca de un 30% del total de producto de esta área (por debajo del 25% para el norte y el resto para las demás comunidades autónomas).

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