La marca ‘Mango de Málaga’ es por fin una realidad y es el primer aso para convertirse en una IGP. La principal zona productora de esta apreciada fruta -tanto de producción convencional, como de producción ecológica-, cuya temporada de cosecha acaba de comenzar cubriendo con sus peculiares tonos anaranjados las laderas del área Oriental de la Costa Mediterránea malagueña, cuenta ya con un sello oficial que distinguirá en todos los mercados nacionales e internacionales el origen de una materia prima con un marcado carácter y unas propiedades que le confieren una identidad única.

El registro de esta marca, que nace bajo el paraguas de la Asociación Española de Tropicales (AET), propietaria de la misma, culmina el largo proceso de trabajo iniciado por la organización, el más importante colectivo del sector, y que ha conseguido aglutinar a los principales productores y comercializadores en torno al objetivo de reconocer la calidad en origen de una de las frutas más apreciadas del agro andaluz, el mango malagueño.

El sello se organiza en torno al comité ‘Mango de Málaga’, en el que se integran productores y empresas comercializadoras y cuyo organigrama consta de una presidencia, vicepresidencia y una secretaría técnica que se encargará de supervisar y gestionar toda la operativa, acciones de promoción y actuaciones sobre las que se va a vehicular el desarrollo futuro de una marca cuyo principal objetivo es la distinción en los mercados finales de un producto único por sus singulares propiedades organolépticas y el marcado carácter que le confieren el clima; al igual que sus condiciones de cultivo de la principal zona productora del continente europeo, que también le confieren el carácter de producto de cercanía por su origen en la Axarquía malagueña, de la que procede el mayor parte del mango comercializado en toda la Unión Europea.

BUSCA TAMBIÉN PONER EN VALOR EL ORIGEN DE UNA FRUTA DE CERCANÍA QUE PUEDE RECOLECTARSE Y PONERSE A DISPOSICIÓN EN LA UE EN POCOS DÍAS

A partir de aquí, los promotores del proyecto, que en su desarrollo han contado con el concurso de técnicos y especialistas en la puesta en marcha de algunas de las marcas de calidad más importantes de la geografía nacional; confirman que en los lineales de venta al público de las grandes cadenas de distribución de los mercados nacionales y europeos una etiqueta distintiva aparecerá junto al producto, que será claramente identificado por el consumidor final y que remarcará la identidad del mango con origen malagueño, destacando su origen y sus singularidades para que así pueda ser reconocido por los compradores. Para el ejercicio de control y certificación que se establece en el pliego de condiciones Mango de Málaga, la comisión ha designado a CAAE como certificadora agroalimentaria, entidad independiente y acreditada.

La puesta en marcha y el registro del sello es el primer paso de un proceso que debe continuar hacía la consecución por parte de las instituciones comunitarias competentes de la indicación geográfica protegida (IGP), que es uno de los regímenes de calidad de la Unión Europea. Su significación es de suma importancia ya que distingue administrativamente a un producto alimentario que es originario de un lugar determinado -región o un país-, y confirma su calidad determinada, su reputación u otra característica que pueda esencialmente ser atribuida a su origen geográfico, y como mínimo una de sus fases de producción, transformación o elaboración dentro de la zona geográfica definida.

Málaga es la principal provincia productora en la Unión Europea de esta fruta de origen asiático introducida hace cinco décadas por un grupo de emprendedores de la zona de la Axarquía, dadas las bondades climáticas y la disposición de los suelos de esta comarca andaluza.

La marca que acaba de registrarse y que es propiedad de la Asociación Española de Tropicales (AET) busca también poner en valor en dichos mercados el origen de una fruta de cercanía que puede recolectarse y ponerse a disposición de cualquier consumidor final de la propia UE en pocos días; reduciendo considerablemente la huella de carbono en contraste con el producto llegado desde las zonas productores de otros continentes.

Desde la Asociación Española de Tropicales (AET) quisieron poner en valor el trabajo en común desarrollado por todo el equipo técnico y humano de la organización para sacar adelante una iniciativa que está llamada a marcar un antes y un después en la comercialización, conocimiento y divulgación de esta materia prima que lleva el nombre de Málaga como zona productora por todos los mercados nacionales e internacionales.

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