El espacio ‘Pioneros’ de Jerez Televisión se adentra en la explotación que gestiona, Pilar Arteaga, una ganadera y veterinaria que ha convertido una finca lechera al uso, situada en la barriada jerezana de Las Pachecas (Cádiz), en una explotación 4.0. Con la implantación de un software que aglutina los datos de las vacas de la explotación, Arteaga logra aumentar el rendimiento de las reses y de la propia explotación.

Pilar Arteaga es una ganadera del futuro que trabaja en el presente y que se ha dado cuenta que, con una herramienta tecnológica adecuada, BoviSync -muy utilizada en Estados Unidos- puede analizar los datos de la explotación y cambiar el manejo para conseguir un mayor rendimiento. El proyecto innovador, consiste en subir a la nube todos los datos de las vacas de la explotación para, analizarlos y tomar decisiones. Además, le permite hacer una consulta al momento de cada vaca.

Pilar, a través de una tablet, que lleva consigo mientras vigila el ganado, accede a los datos de los animales que tiene delante, se podría decir que es como el historial de cada paciente, que usan los médicos en los hospitales durante sus rondas y consigue saber la evolución de la vaca, los litros que está dando, etc. De hecho, poco después de implantar el sistema, Pilar comprobó que en Cádiz, por las altas temperaturas alcanzadas en verano, las vacas tenían más estrés en los embarazos y “optamos por adelantar las inseminaciones para que no tuvieran que soportar ese calor”, declara Arteaga, que ha conseguido un mayor número de partos con el cambio.

UN MANEJO MODÉLICO

La llevanza de Pilar Arteaga de la finca es modélica y con un objetivo claro: Un mejor manejo es igual a mayor bienestar animal y más ingresos. De hecho, cada detalle está elegido en la explotación para la consecución de esos objetivos, por ejemplo, tiene las vacas descansando en arena de cantera “que mantiene a los animales secos y previene las enfermedades de la patas”, apunta.

Otro dato es el sistema de arrobaderas para el control de purines, según explica la ganadera “pasan una especie de cuchillas por el suelo que va quitando las heces, éstas pasan a una balsa y después las convertimos en abono”, un proceso importante porque supone la reutilización de las heces y la mejora de los cultivos. Asimismo, la alimentación de las vacas es de proximidad, la veterinaria intenta sustentar al ganado con lo que cultivan en la finca y lo que falta lo complementan comprando a fincas de alrededor para fomentar la economía circular.

Respecto al punto de la alimentación, Pilar no está pasando su mejor momento y se puede comprobar que está muy preocupada con la huelga del transporte “que está impidiendo que se traslade el pienso de una finca a otra”, asegura la ganadera. Quién enfatiza: “Los animales comen todos los días y no saben de huelgas, pedimos una solución ya, por parte del Gobierno porque la situación es insostenible en nuestras fincas”, apostilla.

A sus 28 años, Pilar Arteaga ha cruzado toda España, dejando un trabajo en Bilbao, para ponerse al frente de esta explotación láctea jerezana. Aún tiene muchos planes de futuro para seguir modernizando una explotación 4.0 con la domotización de la zona de ordeño y la implantación de collares que siguen las constantes de las reses (informan del celo, nivel cardiaco…).

Pilar Arteaga ha hecho una apuesta fuerte, ha arriesgado mucho y está revolucionando la finca con su innovadora forma de gestionarla creando una explotación 4.0. Muchos triunfos vendrán para esta joven por su vocación, entrega y personalidad.