La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) aprovechó la celebración de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para transmitir al Organismo de Cuenca su posicionamiento en relación con la inscripción en el Registro de Agua de las zonas regables estatales, sobre la que se acumula un retraso «sencillamente insostenible», instándole a que reclame al Ministerio que debeç inscribir de oficio las zonas regables estatales que lo han solicitado

Asimismo, pidió al presidente de la Confederación, un posicionamiento y apoyo más claro frente al Ministerio, «que está convirtiendo este asunto en una verdadera farsa en la que además está excediéndose ampliamente de sus reales competencias y atribuciones en todo este asunto, que no son –digámoslo claro, a ver si se enteran de una vez- reconocer los derechos de nadie, sino simplemente darle trámite a la inscripción de unos derechos previamente existentes».

la inscripción debe realizarse con la dotación o volumen concedido en el título de derecho y no con la que marca el Plan Hidrológico

Según Feragua, su actuación «no tiene un sentido jurídico, el Ministerio no está dando una concesión. Su actuación tiene un mero sentido administrativo, de inscripción de un derecho pre-existente. Por tanto, lo que tiene que hacer es inscribirlo, dejar de poner pegas y hacer de oficio lo que tendría en realidad que haber hecho hace mucho tiempo, en realidad desde que la Ley de Aguas se aprobó en 1985. Actuar de oficio y tramitar la inscripción de los derechos preexistentes en el Registro de Agua, entre otras cosas para evitar problemas futuros en el acceso a las ayudas a la modernización».

Ese ha sido el punto de vista expuesto a la Confederación, a la que se ha pedido que transmita al Ministerio que la inscripción debe realizarse además con la dotación o volumen concedido en el título de derecho y no con la que marca el Plan Hidrológico, «pues de lo contrario nos estaremos tirando piedras contra nuestro propio tejado, manifestando ante Europa algo que además no es real, es decir, que no se ha producido ahorro».

Por eso, desde Feragua proponen que, para evidenciar el ahorro, la inscripción tenga dos fases, una primera en la que se inscribe el título original con la dotación original recogida en el título de derecho, y una segunda, con una modificación de la dotación para su adaptación al Plan Hidrológico, «de modo que se refleje ante Europa la realidad y el esfuerzo de ahorro que ha venido realizando el regadío, y que se traduce en una disminución media de más del 25% del agua usada».

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