Las abundantes precipitaciones de la segunda quincena de diciembre de 2022 y primera quincena de enero de este año sitúan en la normalidad a los embalses de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), salvo los de los sistemas Pisuerga, Bajo Duero y Torío Bernesga, que se encuentran en prealerta. Ante esta situación en términos generales, la próxima campaña de riego está garantizada en prácticamente toda la demarcación.

El organismo de cuenca ha detallado este lunes en un comunicado que con esas precipitaciones han salido de la situación de excepcional sequía los sistemas Támega-Manzanas, el Tera, el Órbigo y el Carrión.

La CHD ha explicado que las reservas existentes en los embalses del Pisuerga más las reservas en forma de nieve suponen menos del 48% de la demanda de la unidad territorial Pisuerga y la parte de Bajo Duero que se atiende desde esta zona.

EN LÍNEAS GENERALES LA PRÓXIMA CAMPAÑA DE RIEGO ESTÁ GARANTIZADA EN PRÁCTICAMENTE TODA LA DEMARCACIÓN

Se trata de una situación que, a esta fecha, no ofrece certeza de que las demandas de estas zonas puedan ser atendidas adecuadamente en el presente año hidrológico.

El organismo de cuenca ha sostenido que ante ese escenario, la evolución meteorológica de los próximos meses determinará, como es habitual, el desarrollo de la próxima campaña de riego, que comenzará el 1 de abril en teoría, que está garantizada en prácticamente toda la demarcación, siendo deseable que las nevadas persistan en la parte alta de la cuenca del Pisuerga para poder permitir una recuperación suficiente.

En estos momentos, los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero se sitúan al 73,9% de su capacidad total, con una reserva de agua embalsada de 2.113,5 hectómetros cúbicos.

Esos datos suponen ocho puntos porcentuales más que hace un año y un punto por debajo de la media de la década.

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