Tras cinco años de espera para que el organismo de Cuenca les dé la autorización, la comunidad de regantes Acequia Gorda del Genil, con el apoyo de Asaja Granada, durante más de dos horas un centenar de vehículos han recorrido las calles de Granada para reclamar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la autorización para el riego de cultivos de la Vega como son el almendro, olivar, alfalfa y chopos con aguas regeneradas cloradas (3.000 has), procedentes de las estaciones depuradoras EDAR Sur-Churriana y EDAR Los Vados.

Tras cinco años de espera y una inversión de 300.000 euros en dos depósitos de cloración la comunidad de regantes tras sucesivos informes favorables de Sanidad y adaptándose a las condiciones establecidas ha optado por organizar esta protesta como última medida de presión, al entender que no existen motivos para seguir demorando la resolución.

Por otra parte, reclaman a la CHG la ejecución de los tratamientos terciarios de desinfección de aguas para el riego del resto de cultivos de la Vega (10.000 has) con aguas regeneradas de tercer ciclo beneficiando así, no solo a los regantes, sino a toda la ciudadanía de Granada y área metropolitana que podrían disponer de 70 hm3 más de agua que no gastan los regantes para el consumo humano.

Los vehículos circularon desde su salida junto a la EDAR Sur-Churriana, bajo los lemas: “La Vega de Granada se seca”, “Si la Vega se seca todos perdemos”, “La Vega es un ecosistema singular”, “Sin las aguas regeneradas la Vega desaparece”, “Defendemos la Vega milenaria” con parada en la sede de la Confederación para presentar un escrito dirigido al Comisario de Aguas.

La reutilización de las aguas regeneradas cloradas son parte de la solución del ciclo integral del agua y se incluye como medida necesaria dentro de los objetivos medioambientales tanto de la Directiva Marco del Agua como en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, «pero la CHG en lugar de impulsarla, tal y como le corresponde como administración pública, solo hace que poner trabas sin fundamento a los regantes de la Vega de Granada que han venido, además, usando este recurso tradicionalmente como una fuente más de suministro desde los años 50 del pasado siglo y ahora en situación crítica de sequía precisamente se les niega, poniendo en peligro el mayor ecosistema de la ciudad», criticaron los organizadores.

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