Mientras Soria pelea en solitario a favor de la macrogranja láctea de Noviercas, el cerco contra su instalación se acentúa desde más Comunidades Autónomas y, ahora, incluso desde el propio PSOE de Castilla y León. Navarra se suma al País Vasco, Cantabria se niega a su presencia, los socialistas presionan a la Junta para que se defina. A este paso, entre todos la mataron y Soria… se murió sola, porque nadie da alternativas a lo que puede representar para la provincia.

Así, la secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León y procuradora regional, Ana Sánchez, se ha mostrado  contraria al proyecto y ha pedido al Gobierno autonómico que se posicione sobre este proyecto.

Para el PSOE es «preocupante» que se desarrolle este proyecto porque afectaría al actual modelo de explotaciones familiares

Ana Sánchez, que hoy se ha reunido en Zamora con responsables de COAG, organización agraria que también rechaza la iniciativa, ha asegurado que esa explotación de macrogranja láctea prevista en Soria «no encaja con el modelo social agrario» que defiende el Partido Socialista.

Sánchez ha calificado de «preocupante» que se desarrolle un proyecto de este tipo porque afectaría al actual modelo de explotaciones familiares con el que cuenta Castilla y León, en el que los agricultores y ganaderos son «el motor de desarrollo» de los municipios.

La número dos del PSOE autonómico ha indicado que los socialistas no comparten ese modelo y ha criticado que la Junta de Castilla y León «está tardando en posicionarse» sobre ese proyecto. Por ello, ha pedido a los responsables del Gobierno regional que digan que valoración les merece y de forma expresa ha reclamado a la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, que se pronuncie sobre si cree que ese proyecto encaja con sus políticas contra la despoblación.

Por su parte, el secretario de Organización de COAG de Castilla y León y responsable provincial de la Coordinadora Agraria en Zamora, Lorenzo Rivera, ha declarado que esa explotación que se pretende implantar en Soria supone «un ataque directo» al modelo de «explotación familiar sostenible» que existe en la región, en el resto de España y de la Unión Europea.

El cuatripartito de Navarra pide medidas que palíen los efectos de Noviercas

Si desde Cantabria su presidente, Miguel Angel Revilla, ya ha dejado claro oficialmente que está en contra de esta iniciativa y pedirá al Ministerio que no se permitan macrogranjas de 20.000 cabezas de ganado porque “se cargan la filosofía de la producción ligada a la tierra”, Geroa Bai, EH Bildu, Podmeos e I-E han presentado en el Parlamento de Navarra una declaración conjunta en la que piden al Gobierno foral que estudie los efectos adversos que en el sector lácteo navarro puede tener la macrovaquería y que adopte medidas para paliarlos.

Tras subrayar que Navarra cuenta con 170 explotaciones de leche, el 80% con menos de 150 vacas, el cuatripartito añade que la supresión del control de la cuota láctea por parte de la Unión Europea (UE) en 2015 «dejó el sector a merced del mercado».

La reforma de la PAC ahora deberá tratar el modelo de producción por el que se apuesta en el futuro, y advierten de que si es el de megaexplotaciones se «contribuirá a consolidar la deslocalización de la producción, concentrando la misma en un escaso número de ganaderías», y ello conllevará pérdida de empleos y despoblación rural, lo que a su vez incidirá negativamente en el medio ambiente.

Mientras países como Francia «impiden» la construcción de una macrogranja láctea, y Holanda ya decidió hace tiempo «revertir ese modelo», el cuatripartito critica que una cooperativa navarra trabaja en el «mayor» proyecto de Europa, con 20.000 vacas, cuadruplicando su actual explotación de Caparroso.

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