Los trabajadores agrícolas son los más interesados en prevenir los fuegos en un terreno que es su modo de vida, por lo que piden a las administraciones coherencia, formación e información para ayudar en esta tarea.

El secretario general de Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Madrid, Jesús Anchuelo, asevera que ellos mismos son los más perjudicados cuando ocurren los incendios.

Así, en las últimas semanas han venido denunciando que desde la Dirección de Emergencias cada día se emitiera una orden prohibiendo el uso de maquinaria de 12.00 a 23.00, lo que les impedía segar el cereal en verde para darle uso como forraje, pues para «grano este año no va a valer».

A su juicio, esta prohibición era «absurda» cuando en la Comunidad de Madrid había temperatura de «20 a 25 grados», por lo que tras mantener varias reuniones han conseguido introducir excepciones siempre que el riesgo de incendios no sea extremo.

Ahora mismo, los agricultores están obligados a salir al campo con extintores y «batefuegos» que en muchos casos no saben usar, explica, pues «se habían comprometido a formarnos previamente» y, por ahora, esto no ha ocurrido.

Durante la cosecha, además, se les exige tener un segundo tractor con aperos por si hay que hacer por ejemplo un cortafuegos de emergencias y tiene que haber una segunda persona pendiente de cualquier incidencia por si hay que dar un aviso.

Además, la maquinaria tiene que llevar una serie de mecanismos para reducir las chispas que pueden saltar en contacto con las piedras, señala.

Pese a que esta semana han vuelto a generalizarse las lluvias, el cambio climático avivará la campaña de incendios en un verano en el que serán necesarias todas las precauciones y medidas preventivas, de todos quienes trabajan por y para el territorio. De ahí la importancia de que se cumplan los compromisos y se apueste decididamente por la formación e información para evitarlos.

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