La Asamblea de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo (Motirl) ha aprobado rechazar financiar parte de las canalizaciones de Rules si no existe un compromiso y un convenio global de financiación para ejecutar las obras de los 11 tramos. Después de 20 años de espera desde que se completó el segundo pantano sin que el agua llegue a sus campos, los regantes no entienden cómo los organismos públicos se plantean que todos los agricultores, de 46 comunidades distintas que van desde Albuñol a Almuñécar-La Herradura, pasando por Los Guájares, se «hipotequen» para pagar únicamente las obras del primer tramo sin que haya ningún hecho que les indique que la construcción de las tuberías continuará y el agua llegará también a su zona.
Las obras del primer tramo de las canalizaciones de Rules, el desglosado número 9, comenzará en este 2023 y debería estar listo en 2026. Solo en esa actuación se invertirán 61,8 millones, las tuberías se emplearán tanto para abastecimiento como para regadío y permitirá garantizar el agua para una población, fija y estacional, de alrededor de 350.000 habitantes, pero solo asegura el suministro a unas 722 hectáreas de dos comunidades de regantes Nuestra señora Virgen del Rosario y Santa Ana, integradas en la Comunidad General de Regantes del bajo Guadalfeo. Se contempla la ejecución de 16,4 kilómetros de tuberías, tanto para el abastecimiento como para regadío a la denominada cota 200 desde el embalse de Rules.Estas obras se financiarán al 80% con fondos europeos y el 20% restante lo aportará la Mancomunidad de Municipios (10%) y todos los regantes (10%), a pesar de que la Junta se comprometió también a financiar las obras si el Gobierno así lo precisaba. El convenio de financiación con Mancomunidad y regantes se iba a firmar entre febrero y marzo.
Sin embargo, los regantes dudan de las administraciones públicas y no quieren a comprometerse a financiar solo un tramo, y reclaman que haya un convenio para sufragar la obra al completo para que todos los regantes de la comarca puedan regar sus tierras. Están dispuestos a pagar pero solo si hay un convenio global.