Las Comunidades de regantes del Alto Duero no cederán agua a los agricultores del Bajo Duero -en concreto a los de Valladolid que habían solicitado dos hectómetros cúbicos de agua- ya que aún no ha finalizado la campaña y, si les sobra, será muy necesaria para el próximo año.

La sede de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en Valladolid ha acogido este martes 21 una reunión extraordinaria de la Junta de Explotación del Alto Duero, a la que han asistido también como invitados las comunidades de regantes del Bajo Duero -tanto las que demandaban una aportación mayor de agua como las que no lo hacían- y en la que se han tratado las posibilidades legales que ofrece la Ley de Aguas en cuanto a cesiones de derechos.

El encuentro, de hora y media de duración, ha concluido sin acuerdo de cesión, por parte del Alto Duero, a las cuatro comunidades del Bajo Duero que, tras haber agotado su dotación de campaña, demandaban dos hectómetros cúbicos para un último riego a sus fincas, ha informado la CHD en un comunicado.

Los regantes prefieren que el volumen de agua no consumido por ellos quede como remanente para el próximo año hidrológico

La cesión era solicitada por una serie de regantes de cuatro comunidades del Bajo Duero en Valladolid (Castronuño, Pollos, Tordesillas y Simancas-Geria-Villamarciel), que suman unas 4.300 hectáreas del total de 20.000 hectáreas que comprenden la zona del Bajo Duero.

Además de estas cuatro comunidades, han estado representadas, entre otras, la del canal de San José (4.300 hectáreas), que consumió totalmente su dotación en el mes de julio; y otras como Toro-Zamora, Virgen del Aviso y San Frontis (10.500 hectáreas), que han explicado que aún no han consumido su dotación, gracias a una planificación adecuada a la situación de sequía existente.

Ante todos estos representantes del Bajo Duero, los portavoces de los regantes de Soria han insistido en que no pueden acceder a la petición de cesiones de cuota porque continuarán con su campaña hasta mediados de septiembre, al abundar los cultivos leñosos y frutales.

Además, prefieren que el volumen de agua no consumido por ellos, y que forma parte de su dotación, quede como remanente para el próximo año hidrológico.

Por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, han asistido el comisario de aguas y el director técnico, Ángel González Santos y Alfredo González, respectivamente, quienes han destacado el papel mediador del organismo de cuenca para tratar de resolver el conflicto, con la organización de reuniones y encuentros constantes durante las últimas semanas.

La CHD recuerda que es la propia ley la que no permite otorgar a una comunidad de regantes el agua concedida a otra comunidad

En ese sentido, también han reiterado aspectos legales relacionados con la cesión de derechos, que finalmente no ha sido acordada por los usuarios, y sobre el margen de intervención que la CHD tenía en este caso.

Las solicitudes de una actuación unilateral de la CHD y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que se han producido en estos días «no eran realistas», puesto que es la propia ley la que no permite otorgar a una comunidad de regantes el agua concedida a otra comunidad, recuerda la CHD en el comunicado.

Así, el texto refundido de la Ley de Aguas deja claro que son los «concesionarios de derechos sobre el agua» los que pueden intercambiarlos entre sí mediante acuerdos privados.

En función del texto legal, ni la CHD ni el Mapama, pueden obligar a comunidades de regantes a llegar a acuerdos de cesión.

Desde el momento en que la CHD concede el agua a una comunidad de regantes, ésta puede tomar las decisiones más oportunas respecto a su gestión. Y solamente esta comunidad puede, voluntariamente, optar por una cesión de derechos de uso a otra comunidad dentro de la misma cuenca.

Y esta situación no cambia por el Real Decreto sobre la sequía del Duero (R.D. 684/2017), y la cesión sigue siendo potestativa y voluntaria para las comunidades de regantes concesionarias, recuerda la CHD.  El Real Decreto únicamente flexibilizaría la autorización de la cesión si se hubiera llegado a un acuerdo entre las partes, cosa que finalmente no ha ocurrido.

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