El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, y el responsable de Vino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, Alejandro García-Gasco Alcalde, han denunciado en Valdepeñas la situación con la que ha comenzado la campaña de vendimia en la región, donde los primeros precios oficiales suponen bajadas iniciales del 17% en tinto y el 15% en blanco.

Morcillo ha explicado que «se prevé una campaña normal, pero los viticultores nos trasladan la preocupación de que no tenían contratos y que si existían con referencia a tablillas, estas no están puestas en prácticamente en ninguna industria de la región».

Desde UPA han denunciado la inexistencia de contratos en la gran mayoría de viticultores con las variedades tempranas donde en casos solo les han entregado un albarán con los kilos y una muestra del grado de Baumé.

En este sentido, la organización agraria ha presentado una carta a la AICA, Agencia de Información y Control Alimentarios, donde se muestra la preocupación por el inicio de la campaña y el incumplimiento de la ley 12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. «Se ha observado la ausencia de contratos de manera que hemos pedido una reunión urgente. Y hemos aprovechado para solicitar información sobre el expediente de García Carrión de hace tres años».

«Hoy vemos los primeros precios, con unas bajadas iniciales tremendas en comparación con otros años, que no reflejan la realidad»

Según marca la ley de la Cadena Alimentaria es obligatorio disponer de un contrato previo con un precio cierto; y además con fecha de pago a un mes de la entrega, ha explicado Julián Morcillo quien ha dicho que «desde UPA no queremos volver atrás. Exigiremos a todas las industrias que cumplan con la ley. En las últimas horas se han conocido algunos movimientos de un par de industrias, de precios en Mancha confirmados, y creeemos que se comete una barbaridad con los precios que han anunciado. Suponen bajadas iniciales del 17% en tinto y el 15% en blanco, lo que supone un desastre para los viticultores. No entendemos estos precios,  cuando la situación del mercado no es esta, no se refleja la realidad».

Ello unido a que, como ha explicado García-Gasco que en España hay 3,3 millones menos de hectólitros de existencias, mientras que en Castilla-La Mancha hay dos millones de existencias menos, con respecto al año pasado, siendo las menores de la última década.

«Hoy vemos los primeros precios, con unas bajadas iniciales tremendas en comparación con otros años, que no reflejan la realidad porque el vino no ha bajado tanto. No se justifica la bajada de precios«, han remarcado los responsables de la Unión de Pequeños Agricultores. Alejandro García-Gasco recordaba que venimos de la campaña más baja del siglo, la de 2017, más tres campañas de bajadas; con lo cual «no entenemos estos precios ruinosos para el sector, lo que demuestra que no hemos hecho nada. Cuando las exportaciones de Ciudad Real baten récords, esto no se traslada a los viticultores».

El responsable de Vino de UPA ha denunciado que «las bajadas se convierten en una tradición y da la sensación de que la industria pretende abusar de las prisas del viticultor. Porque tienen un producto perecedero». Finalmente ha insistido en la reunión con la AICA a quienes se pedirá que se personen en las bodegas a pedir contratos. «Es urgente regular y acabar con estas prácticas abusivas. No tiene sentido estas bajadas iniciales de precios. Si a ello le unimos que hemos tenido más gastos para mitigar los daños de las tormentas nos encontramos a un viticultor desorientado ante todo este tipo de situaciones. Sencillamente nos parece jugar con el trabajo de los profesionales».

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