Mientras los precios de los cereales se derrumban en el final de año, tanto a nivel nacional como internacional, los problemas no llevan camino de desaparecer. Ucrania ha anunciado que probablemente reducirá sus exportaciones de cereales de invierno en la campaña 2023/24 debido a una superficie de siembra menor de la prevista a causa de la invasión rusa, dijo el martes un alto cargo del Ministerio de Agricultura.

«Desgraciadamente, la guerra tuvo un impacto negativo en la capacidad de sembrar zonas con cultivos de invierno. También hubo condiciones meteorológicas desfavorables y se sembró menos», dijo a la televisión nacional Taras Vysotskiy, viceministro primero de Agricultura y que recoge investing.com.

Los datos del ministerio indicaban que los agricultores habían sembrado 4,5 millones de hectáreas de cereales de invierno hasta el 29 de noviembre, es decir, el 94% de la superficie prevista.

La superficie incluía 3,8 millones de hectáreas de trigo de invierno, frente a los 6,2 millones sembrados el año pasado, de los que sólo se habían cosechado 4,6 millones de hectáreas, ya que una gran parte de las tierras ha sido ocupada por los militares rusos que invadieron Ucrania en febrero.

«Una disminución (de la superficie sembrada) reducirá las exportaciones, pero incluso con esa superficie, esperamos que se cultive dos veces más que el consumo interno. Habrá un impacto negativo en las exportaciones, pero no en el consumo interno», dijo Vysotskiy.

Ucrania ha exportado 6,9 millones de toneladas de trigo en lo que va de 2022/23, frente a los 14,6 millones de toneladas de la misma temporada anterior, ya que sus puertos del mar Negro permanecieron bloqueados en el primer semestre del año. Las previsiones de cara a la próxima campaña cerealista en el país señalan que la exportación de trigo podría variar entre 8,1 millones y 13,8 millones de toneladas, dependiendo de la situación logística y de cómo transcurra la guerra con Rusia.

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