El insecticida neonicotinoide tiacloprid ya no se podrá usar a partir del 30 abril de 2020. En ese momento se pierde la licencia por decisión de los países de la Unión Europea (UE).  La prohibición se basa en el informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria que fue publicado en enero de 2019.

La Comisión Europea, por su parte, también encontraba al este neocotinoide como candidato para ser sustituido. Con esta prohibición, ya van cuatro insecticidas neonicotinoides que se prohíben en la UE, tras la clotianidina, el tiametoxam y el imidacloprid.

Según Bayer, el neonicotinoide tiacloprid «es absorbido por las hojas y actúa por contacto e ingestión sobre insectos chupadores y masticadores presentado en forma de suspensión concentrada para aplicar en pulverización foliar.

Resulta efectivo en el control de pulgones, moscas blancas, psylla, barreno o gusano de las manzanas y peras, polilla oriental del melocotonero, escarabajo de la patata y otros insectos».  Es efectivo para determinadas plagas del cerezo, ciruelo, fresales, manzano, melocotonero, olivo, patata y peral.

Con esta prohibición, ya van cuatro insecticidas neonicotinoides que se prohíben en la UE, tras la clotianidina, el tiametoxam y el imidacloprid. Se prevé que, a finales de noviembre, el Diario Oficial de la UE lo publique.

Según los expertos, el tiacloprid tiene efectos perjudiciales para las abejas y se considera
un disruptor endocrino (perjudicial para el equilibrio hormonal tanto en humanos como en animales).

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