Miles de granjeros holandeses condujeron sus tractores este martes hasta la ciudad de La Haya para protagonizar una manifestación masiva y ruidosa, en la que denunciaron ser usados por el Gobierno y los activistas como «chivos expiatorios» de la lucha contra el cambio climático.

Las imágenes de largas colas de tractores ocupando las principales autopistas del país desde primera hora de la mañana y provocando atascos históricos, alertaron al Gobierno, que envió a la ministra de Agricultura, Carola Schouten, para ofrecer una imagen conciliadora ante la protesta, donde los ganaderos le regalaron un queso como símbolo de su trabajo.

La titular prometió no reducir a la mitad la cuota permitida de ganado «mientras sea ministra» para ayudar a los agricultores «que quieran seguir cultivando y que quieran transferir el negocio a sus hijos», en contra de las exigencias de algunos diputados.

Se autorizó una protesta para 75 tractores y se presentaron en la concentración 2.200

Colgando carteles en sus tractores donde se podía leer «No farmer, no food» (Sin granjeros no hay comida, en inglés), los granjeros denunciaron en la manifestación las voces que les acusan de ser grandes responsables de los problemas provocados por las emisiones de nitrógeno y el calentamiento global.

Un comité asesor recomendó la semana pasado al Gobierno el cierre de las granjas de ganado «ineficientes» para reducir los niveles de contaminación, y los diferentes grupos agrícolas que organizaron la protesta consideraron que se usa a los granjeros holandeses como «chivos expiatorios», mientras, por ejemplo, no se actúa contra la industria de la aviación.

Más de 10.000 personas, tanto agricultores como sus familiares y representantes de la sociedad civil que apoyan la protesta, se concentraron finalmente en el parque Malieveld de La Haya, a pocos metros del Parlamento holandés y la sede del Gobierno de Mark Rutte, a gritos de «¡Boeren!» (Granjeros, en neerlandés).

Según la policía, en la explanada donde se celebró la manifestación se concentraron al menos 2.200 tractores, cuando solo 75 estaban inicialmente autorizados por el municipio, que buscaba evitar altercados, pero los vehículos rompieron las barreras instaladas por la policía y marcharon hasta Malieveld.

A la protesta también se acercó el líder de la izquierda verde GroenLink, Jesse Klaver, que fue abucheado por los granjeros holandeses durante su discurso por promover las reformas agrícolas.

×