Unión por la Ganadería, que agrupa a veintidós asociaciones del campo salmantino, ha paralizado este lunes 22 el mercado de ganado de Salamanca y las cotizaciones lonja de Salamanca como protesta por la gestión de la tuberculosis bovina por parte de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de España.

«Son protocolos muy estrictos, se están sacrificando muchos animales tras pruebas poco precisas. Pedimos que se trabaje más en controlar la enfermedad que en erradicarla porque en estas zonas en extensivo eso no va a ocurrir», ha explicado a Efe el presidente de Asaja Salamanca y portavoz de la Unión, Juan Luis Delgado.

Al mercado de Salamanca llegan a diario unos 1.500 animales que esta mañana no aparecieron, aunque sí lo hicieron los compradores. Las mesas de cotización no trabajaron y emitieron un mensaje en solidaridad con la protesta.

Esta es la primera de una serie de protestas que llevará a cabo Unión por la Ganadería con el objetivo de que tanto la Junta de Castilla y León como el Gobierno de España flexibilicen su campaña de saneamiento para atajar la tuberculosis bovina, que crece en incidencia en lugares como Salamanca.

La normativa europea, según recoge la Junta en su página web, obliga al saneamiento ganadero porque los animales infectados son «un foco de contagio para otras ganaderías y para las personas», y porque la presencia de la enfermedad en las explotaciones conlleva «restricciones comerciales a los animales y los productos procedentes de ellos».

Las principales vías de contagio, según las mismas fuentes, se canalizan a través del aire por inhalación o por consumo de leche no pasteurizada.

Delgado ha pedido «datos» a las administraciones sobre el impacto en la salud humana, al considerar que «es prácticamente nulo» y que «los primeros afectados serían los ganaderos».

Unión por la Ganadería ha emprendido esta movilización porque considera que la campaña de saneamiento no está dando resultados en Salamanca «y en el sur», al contrario que en el norte, por lo que deducen la existencia de «algún factor que se escapa al control de los ganaderos y que la propia Administración desconoce».

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