Los representantes de JARC-COAG en el Pirineo catalán han agotado su paciencia ante la falta de medidas efectivas del Departamento de Agricultura en relación a la problemática de la fauna salvaje. Los ganaderos están hartos de quejarse por los daños acumulados y crecientes que provoca una superpoblación descontrolada de fauna cinegética, mientras observan que las medidas prometidas por el DARP no se concretan en nada.

Esta organización agraria siempre ha reiterado que «no se trata de actuar cuando el mal ya está hecho», por lo que pide que, «de una vez por todas, se afronte la grave problemática con medidas efectivas». Indica, que las compensaciones siempre serían insuficientes y que con los vareos de caza no se ha controlado la situación.

Los productores de la organización agraria exigen que el DARP concrete cuáles serán las líneas de trabajo, que se pongan en marcha con urgencia y que se prevea un fondo de compensación si no funcionan.

Los representantes de los productores recuerdan que la superpoblación de fauna salvaje comportar también problemas de sanidad animal y ya es una de las principales causas de accidentes en este territorio. Según datos facilitados recientemente por el Departamento de Interior, a las comarcas del Alto Pirineu y Aran el año pasado se registraron 250 accidentes de tráfico con algún animal implicado – jabalíes y corzos, mayoritariamente -, un 300% más que en 2010, que se cerró con 57 accidentes de este tipo.

Los labradores se quejan que nadie recoge de forma sistemática los daños que la fauna provoca al campesinado, porque si se cuantificaran, la situación sería alarmante e imposible de justificar políticamente.

Ante esta realidad, los representantes de JARC-COAG en el Pirineo catalán exige al DARP actuaciones eficaces y urgentes, «hartos de excesivas reuniones y quejas continuas que no han servido de nada».

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