La cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid prevé una buena campaña micológica este otoño en España por la abundancia de precipitaciones durante la primavera y las tormentas de septiembre, y recomienda evitar recolectar setas en zonas donde se hayan usado fitocidas, para prevenir intoxicaciones.

El director de la cátedra, Juan Andrés Oria de Rueda, se ha mostrado optimista respecto a la próxima campaña micológica y ha asegurado, a través de un comunicado, que existen «muy buenas perspectivas» desde el punto de vista de los hongos comestibles para este otoño en España.

«Aunque nunca llueve a gusto de todos, la abundancia de precipitaciones de la primavera y a los frecuentes chaparrones y tormentas del mes de septiembre favorecerán la aparición de buenas cosechas de deliciosas setas y trufas en esta próxima campaña», ha afirmado.

Se pueden encontrar apreciadas setas comestibles incluso en áreas desérticas, siempre que se hayan producido suficientes precipitaciones

El director de la cátedra ha recordado que la temporada otoñal de 2017 fue de las peores en los últimos 20 años, aunque ha sostenido que en esta temporada se «remontará» la producción de setas silvestres en los montes.

«Algo que ya está ocurriendo en numerosos montes de la mitad oriental de la Península, donde el rebrote de setas ha comenzado con optimismo», ha añadido.

De hecho, se pueden encontrar apreciadas setas comestibles incluso en áreas desérticas, siempre que se hayan producido suficientes precipitaciones, especialmente tras las granizadas.

Además, ha señalado que el pedrisco, que destruye las cosechas agrícolas, potencia sin embargo la aparición de trufas y setas muy apreciadas en la campaña micológica.

Por otra parte Oria de Rueda ha advertido que están apareciendo muchas setas venenosas en zonas donde se abusa de herbicidas y en áreas urbanas contaminadas cercanas a ciudades.

Por ello ha recomendado evitar recoger setas en lugares donde se hayan hecho tratamientos con fitocidas, vulgarmente llamados matahierbas, como en bordes de autovías, campos, carreteras y pistas, porque además de matar a las plantas pueden producir hongos mortíferos, tanto por acumular sustancias venenosas como por su propia constitución.

Es el caso de este año con la Lepiota brunneoincarnata, especie muy tóxica y frecuente donde se han hecho estos tratamientos.

Asimismo ha animado a los aficionados a consultar a las asociaciones micológicas, parques y centros micológicos para asegurarse de que las setas recolectadas sean comestibles y para conocer las zonas de regulación donde se requiere la adquisición de permisos recreativos durante la campaña micológica.

También ha recomendado no salir nunca solos a recoger setas y preparar la salida, pues con frecuencia los aficionados se desorientan y se extravían persiguiendo un corro del Boletus edulis, de Lactarius deliciosus o de la imponente galamperna (Macrolepiota procera).

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