Los escándalos del jamón se cobran sus primers víctimas y desaparecerá del mercado dos marcas como Trevedul y Sierra Alpujarra, así como las grandes ofertas agrsivas de dos jamones a 50 euros. El gigante cárnico catalán Vall Companys ha decidido poner fin a las prácticas comerciales agresivas en Comapa tras tomar el mando de la compañía con el 29,83% del capital. La cárnica, que estaba siendo investigada por un presunto fraude en la venta de jamón, ha dado un giro estratégico en su gestión.

Según confirman fuentes de la compañía a Javier Romera en eleconomista.es, se ha cortado la importación de jamones polacos que se vendían como si fueran españoles, se han eliminado las marcas Trevedul y Sierra Alpujarra para evitar confundir al consumidor y se han subido además los precios para acabar con «las ofertas agresivas».

El pasado mes de abril, Enrique Gil, director del área de porcino de Vall Companys y desde entonces consejero delegado también de Comapa, remitió ya una carta a los depositarios -las empresas proveedoras que almacenan la carne- en la que explicaba las decisiones adoptadas por la junta de accionistas el pasado 11 de abril y el relevo en la gestión. En el escrito se aseguraba que «han causado baja en los órganos de administración y dirección los señores Jaime y David Álvarez» y que a partir de entonces solo se podían seguir sus instrucciones directas.

Fuentes de Vall Companys aseguran ahora que «la nueva dirección de Comapa se abastece ya de carne cien por cien nacional», y que aunque «puede ser que a día de hoy quede algún jamón originario de Polonia en las salas de venta de gran distribución, tienen que ser pocos».

Estas fuentes explican asimismo que se han cortado las prácticas comerciales agresivas. Así, si anteriormente se vendían dos piezas de jamón por 50 euros, a día de hoy el precio mínimo de venta al público es de 35 euros. Esto implica un incremento del 29% por pieza, «propiciando una comercialización más sostenible».

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