La nueva programación de la PAC se ha convertido en una oportunidad para incrementar la siembra de leguminosas en España, pues contará con apoyos tanto a través de los eco-regímenes como de las ayudas asociadas.

Así lo ha explicado a Efeagro el técnico coordinador del Grupo Operativa Legsapiens, David Erice, que arrancó en 2021 con el objetivo de mejorar la producción y comercialización de legumbres de consumo humano, y de esta manera que pueda ser una verdadera alternativa en la rotación de cultivos.

«Son unos cultivos que solo aportan beneficios», ha subrayado, pues los efectos positivos que las leguminosas ofrecen a los suelos agrícolas, implican un aumento del contenido de materia orgánica, facilitan el manejo y control de hierbas adventicias, reducen las necesidades de abonado y mejoran la productividad de cultivos futuros.

Por ello, la introducción de leguminosas en la rotación es una de las prácticas más sostenibles que puede llevar a cabo un agricultor, y por ello, en el Plan Estratégico de la PAC, se va a poder contar con un apoyo tanto a través de los ecoesquemas como de las ayudas asociadas.

El técnico ha recordado que en el nuevo marco establecido por el Plan Estratégico de la PAC, las leguminosas y en concreto las legumbres de consumo humano, tienen un papel muy importante para cumplir parte de los objetivos que España se ha autoimpuesto.

En este contexto, la superficie sembrada de leguminosas «es imprescindible» para acogerse al eco-rrégimen de rotación con especies mejorantes, y además contará con un apoyo adicional dentro del plan proteico que se ha incluido en el capítulo de ayudas asociadas.

De hecho, a partir de este año 2023, la superficie sembrada de garbanzos, lentejas y alubias contará con una ayuda adicional que se estima en unos 80 euros por hectárea.

LAS LEGUMBRES EN ESPAÑA

Destaca, por orden de importancia los siguientes cultivos en la siembra de leguminosas; garbanzos, lentejas, alubias, guisantes, habas, y aunque en mucho menor proporción cultivos como la soja.

Según Erice, la producción de estos cultivos es bastante heterogénea campaña tras campaña, ya que principalmente se desarrollan en superficie de secano, y por tanto muy limitados por las condiciones climatológicas.

Por ello, ha apuntado, la superficie de lentejas y alubias es algo más estable, aunque en los últimos años se ha observado una tendencia a la baja en el caso de las lentejas.

La superficie de garbanzo, por contra, ha sufrido variaciones más destacadas con un incremento en años pasados que en la actualidad estamos perdiendo.

En cualquier caso, son cultivos deficitarios y donde destacan de manera clara las importaciones sobre las exportaciones.

LA ACTUALIDAD

Según los datos de la Asociación de Legumbristas de España, en 2022 la lenteja fue la legumbre más cultivada en España con más de 42.000 hectáreas y Cuenca fue la provincia con más superficie dedicada a este cultivo.

El cultivo del garbanzo es el que se extiende por mayor número de provincias; de un total nacional de 36.500 hectáreas en 2022, Sevilla destaca con 11.000 hectáreas y el conjunto de Andalucía supera el 50 % del total.

Por último, la alubia es el cultivo más minoritario del conjunto de las legumbres, apenas supera las 8.000 hectáreas de las que el 38% se ubican en la provincia de León.

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