Solo un día después de la última denuncia, la organización agraria ASAJA Salamanca vuelve a denunciar otro ataque de buitres a ganado vivo en la provincia. La mañana del 25 de mayo, Ángel Jesús Agudo, dejó la explotación que tiene en Bañobárez, Vitigudino, donde un ternero acababa de nacer, para ir a buscar a su padre y llevarle a la finca. En tan solo 15 minutos, a su regreso, pudieron vislumbrar cómo una bandada de buitres se echaba encima del ganado; lo que provocó la muerte del becerro. “La vaca se había ido a beber agua y, en ese momento, le han matado. Cuando hemos regresado, la madre estaba exhausta y se ha hecho daño en una pata por ahuyentar a los buitres”.

Ésta no es la primera vez que el ganadero sufre ataques de este tipo; de hecho, ya son cuatro en lo que va de año. “Cuatro bajas en una explotación pequeña como la mía, con 50 madres, la sequía que estamos sufriendo, la burocracia… es un varapalo”, lamenta. Asegura que los daños por buitres “son habituales en la zona” y los de la fauna salvaje en general. Sin ir más lejos, cuenta que, a primeros de mayo, el día 8, vio como moría otro ternero a causa de los meloncillos. “No me dio tiempo hacerles foto porque son muy rápidos y gracias que lo vi, que es difícil”.

ASAJA Salamanca, después de un nuevo ataque, exige a la Junta de Castilla y León que ponga remedio inmediatamente y denuncia que “no pueden ser los ganaderos los que acarreen con los costes de tener animales salvajes”.

En este sentido, insisten en que “no queremos acabar con ellos, pero el ganadero está desprotegido y es la Junta la que tiene que hacerse cargo de los animales salvajes, no los ganaderos que ya tienen suficiente con cuidar de sus propios animales y alimentarnos al resto”, zanjan desde la organización agraria.

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