ASAJA de Castilla y León ha denunciado el insoportable aumento del número de ataques del lobos al ganado, que se han incrementado un 47 por ciento en los últimos tres años, con una media de 11 ataques y 16 cabezas de ganado muertas al día, a partir de que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico lo incluyera en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que impide la gestión por parte de las comunidades autónomas.

Estos datos han sido presentados por el consejero de Medio Ambiente en una reunión con las organizaciones profesionales agrarias -en la que ASAJA ha estado representada por el presidente regional, Donaciano Dujo, acompañado por los presidentes de ASAJA Ávila, Joaquín Antonio Pino, y de ASAJA-Salamanca, Juan Luis Delgado.

Así, en 2024 se registraron 3.973 ataques de lobos, un 47% más que antes de la inclusión de los cánidos en el Lespre, y los ganaderos perdieron cerca de 6.000 animales, un 39% más que en 2021. Además, hay que sumar otras 430 cabezas de ganado que fueron heridas en estos sucesos, un número también creciente. Eso quiere decir que cada día se producen una media de 11 ataques y mueren 16 cabezas de ganado en Castilla y León por ataques del lobo, un dato que da idea de la presión insoportable que están viviendo de forma permanente los ganaderos, señala ASAJA.

Otro dato a tener en cuenta es que la extensión del cánido por el territorio, sin medidas de gestión de la especie, está repercutiendo en un aumento progresivo de las explotaciones ganaderas afectadas. Así, mientras que en 2020 eran 775 los ganaderos afectados, en 2024 son ya 1.230 los que han sufrido ataques de lobo.

“LO QUE QUIEREN LOS GANADEROS ES QUE NO HAYA ATAQUES, EL DINERO NO COMPENSA DE NINGUNA FORMA EL PROBLEMA”

También prueba de la repercusión directa de la decisión del Ministerio de incluir al lobo en el Lespre es que, al ampliar las medidas de sobreprotección al norte del Duero, es justo en esta parte del territorio donde más se ha acentuado el avance del animal. Así, si en las provincias del norte del Duero (Burgos, Palencia, León y parte de Zamora, principalmente), en 2021 se registraron 500 ataques, en 2024 son ya 1500, es decir, se han triplicado. Por número de animales, en 2021 fueron 1600 los perdidos, y en 2024 son ya 2.800. Y lo mismo ocurre con las indemnizaciones, que han pasado de cerca de un millón de euros a 4,8 millones en 2024.

Para el presidente de ASAJA Castilla y León, Donaciano Dujo, “la situación es insostenible, el lobo no solo acarrea pérdidas, es que está haciendo insoportable el trabajo y la vida para cientos de familias ganaderas que cada mañana temen que haya destrozado sus animales”. El responsable de ASAJA valora el cambio de postura de la Unión Europea a favor de permitir un control de la especie “aunque no somos nada optimistas, porque todo queda en manos del Gobierno nacional, y aquí la ministra no ha movido un dedo”.

Respecto a las pérdidas, ASAJA valora el compromiso del consejero de Medio Ambiente de actualizar los baremos de indemnización para ajustarlo al valor real de los animales perdidos, “pero aún así lo que quieren los ganaderos es que no haya ataques, el dinero no compensa de ninguna forma el problema. El lobo tiene que ocupar su lugar, pero no el lugar del ganado, porque entonces se expulsa a la ganadería y a los ganaderos del territorio”.

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