Las organizaciones agrarias de Córdoba, ASAJA, COAG y UPA junto a Cooperativas Agro-alimentarias han celebrado este miércoles 27 un acto de protesta por la difícil situación que atraviesa el campo cordobés. Tuvo lugar en el Boulevard de Gran Capitán de la capital cordobesa donde se llevó a cabo una representación teatral de parte de la compañía Trápala Teatro por la muerte del campo y del sector agrario con cuatro escenificaciones.

La primera de ellas, con un agricultor ahogado con una cadena en representación de la Ley de la Cadena Alimentaria y su escaso efecto. Posteriormente, apareció una actuación de un electricista representando los altos costes que sufre el sector, seguidamente la interpretación de un consumidor y un intermediario diferenciando los precios en origen y destino y, por último, un entierro con ataúd ante la muerte del campo.

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa; la secretaria general de COAG Córdoba, Carmen Quintero; el secretario general de UPA Córdoba, Miguel Cobos, y el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, destacaron que, en estos momentos, “existe una situación ruinosa” para todos los sectores productivos de Córdoba debido a los altos costes de los inputs necesarios para producir, la falta de mano de obra, mayores requisitos laborales, una reforma de la PAC que exige más con menos recursos y que castiga a la agricultura y ganadería más productiva, la falta de reciprocidad con las importaciones y una ley de la Cadena Alimentaria que no soluciona los problemas del sector.

En su tabla reivindicativa, las organizaciones agrarias piden que se articulen medidas fiscales, económicas y políticas para proteger la producción de alimentos en España y “apoyo firme al sector por parte de las administraciones, a todos los niveles”.

Entre otras medidas, añaden que deben ponerse en marcha las tarifas eléctricas competitivas, condonación de impuestos directos e IBI y los cánones de riego y rebajas del IVA, el adelanto de las subvenciones y la creación de líneas ayudas, ágiles y directas, el aplazamiento de deuda y acceso a financiación a largo plazo.

Asimismo, demandan un reparto más justo del valor de los alimentos en la cadena alimentaria. Una Ley de Cadena Alimentaria que solucione los problemas de la agricultura y ganadería y que se cumpla la misma. También, la puesta en marcha del observatorio de precios y digitalización de los contratos obligatorios para dar transparencia a las operaciones de venta de productos agroganaderos.

Otra de las demandas es contratos temporales y adaptar la condición de fijo discontinuo a la realidad de la actividad agraria, de forma que este contrato sea beneficioso tanto para las empresas como para los trabajadores. Que se permita compatibilizar la percepción del subsidio agrario con la contratación para realizar tareas agrarias. Que se autorice la tramitación de contingentes de trabajadores extranjeros.

Por otro lado, consideran fundamental que se exija a las producciones que vengan de terceros países los mismos requisitos a los que se obliga dentro de la UE. Igualdad de condiciones laborales y de uso de productos fitosanitarios con las producciones de terceros países y controles rigurosos en las fronteras.

REORIENTAR LA PAC

Otra de las peticiones que realizaron en esta protesta para denunciar la muerte del campo es que “Bruselas reoriente la PAC hacía la producción de alimentos con el fin de que sea rentable para los productores y a precios razonables para los consumidores”, con criterios de sostenibilidad científicos y no basados en prejuicios ideológicos como contempla la actual propuesta de Reforma de la PAC. No puede olvidarse que la alimentación es la primera necesidad que tienen todos los consumidores europeos.

Solicitan que el Ministerio de Agricultura cambie sustancialmente sus propuestas de la Reforma de la PAC y que la Junta de Andalucía “mantenga firmeza en la defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos andaluces”. Exigen una PAC justa para los agricultores y ganaderos de Andalucía, que reconozca la realidad, la diversidad y el potencial productivo del campo andaluz.

Finalmente exponen las organizaciones que, “a pesar de que actualmente estamos en situación de sequía”, no puede olvidarse que, para tener una agricultura cordobesa más competitiva, debe autorizarse el incremento de los regadíos. También debe permitirse la construcción de balsas y microembalses y autorizar el llenado de las mismas con aguas de escorrentía invernales. Asimismo, debe garantizarse el agua para los ganaderos, permitiendo obras básicas de acumulación de aguas de escorrentía.

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