Aunque todo lo relacionado con el lobo y sus ataques acaba generando una fuerte controversia, no cabe duda de que el miedo a los ataques de estos cánidos se va incrementando poco a poco en distintas zonas de España. Si hasta ahora era la zona central, al norte y al sur del Duero, donde se denunciaban más ataques, el norte de España, en especial Galicia y Asturias, ha visto cómo se incrementan los ataques y, lo que es peor, el miedo de los ganaderos, que advierten de que cada vez se acercan más a los núcleos urbanos por falta de alimentos en el monte.

Un buen ejemplo de lo que está pasando se ha visto en el último ataque del lobo contra las reses denunciado por la comunidad de montes de Esteiro (Galicia), que ha puesto en evidencia la preocupación que existe entre los ganaderos de Muros por la presencia de los cánidos, que cada vez se aproximan más a los núcleos de montaña del municipio espoleados por la escasez de alimento en el monte.

Hasta el punto de que en Esteiro están preocupados porque en esta época nacen nuevas crías, que son un blanco fácil, aunque insisten en que no es el ganado mostrenco el único amenazado: «En las aldeas faltan las ovejas un día sí y al otro también y eso tiene que ser por el lobo», señala un vecino a lavozdegalicia.es.

Incluso, cuentan que en Cornes (Torea) que los lobos llegaron a matar a un perro: «Se acercan en busca de alimento y les vale cualquier cosa, incluso perros o reses adultas». La situación es tal que. incluso, en la localidad de Abadín un ganadero logró savar una imagen de un lobo devorando un caballo, que ilustra esta información y que ha publicado lavozdegalicia.es.

Un ganadero asturiano, que perdió nueve ovejas, llegó a dudar si disparar contra un lobo con una escopeta

Pero este temor no es sólo en Galicia, en Asturias se empieza a dar la voz de alarma ante el incremento de los ataques, que han provocado incluso que un ganadero reconozca que se tuvo que enfrentar a un lobo con una escopeta, aunque no le disparó porque era consciente de que de hacerlo acabaría en la cárcel de Villabona.

Así, en la zona del Bajo Nalón el último ataque se produjo en plenas fiestas de fin de año, y ha vuelto a ser en la localidad de Forcinas, a dos kilometros de la villa de Pravia, según recoge lavozdeasturias.es.  Allí fue donde los lobos han preferido despedir el año con carne de cordero antes que con los cebos de pollo que la consejería les ofrece en sus jaulones trampa. Una vez más, el ganadero José Antonio García Díaz, fue el perjudicado.

En esta ocasión el lobo dio muerte a nueve de sus ovejas xaldas, más otra que ha desaparecido y tres más heridas. «Lo más probable es que las tenga que terminar matando, pues no puedo seguir viéndolas sufrir», declaraba el ganadero.

Este es el tercer ataque que sufre. «En total me han matado 23 animales, solo me quedan 5″, se lamenta, al tiempo que se pregunta hasta dónde llegará esto. Al final tendrá que haber una tragedia» señala José Antonio García. De hecho, narra que «yo tuve un lobo a unos diez metros de mí enseñándome los dientes, y con el rifle en la mano encañonándole, pero tuve la sangre fría de no disparar pues sé que si lo hubiese matado hoy podría estar en Villabona».

También en Asturias, en la zona del Bajo Nalón, reconocen que los ataques comenzaron «hace un año. Hasta entonces como mucho bajaba la raposa y te mataba una, pero lobos nunca. Ahora el lobo está aquí mismo. En Forcinas hemos sufrido al menos siete ataques y el otro día vi a dos merodeando tan campantes a menos de cinco metros de mi casa. ¡Y asustan!», según señala una ganadera a elcomercio.es.

En este caso, las críticas van contra la consejería. «Hicieron repoblaciones y como ya han dejado de darles de comer ahora vienen a por el ganado, que es presa fácil. Es evidente que es mucho más fácil enfrentarse a una oveja que a un jabalí».

Una situación difícil para los ganaderos que se suma a los ataques sufridos en otras zonas de España donde da la impresión de que el lobo está cambiando de ‘menú’, ya que se empiezan a detectar ataques contras las cabras. El último el día 2 en Avila, con un animal muerto y cuatro desaparecidas.

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