La Alianza UPA-COAG muestra su enorme preocupación por las declaraciones del consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, tras su visita a Bruselas, confirmando que no habrá caza de lobos al sur del Duero, y sin embargo sí se adoptarán medidas preventivas y buenas prácticas para reducir ataques.

Esta organización agraria considera una falta de respeto que se ponga en el disparadero una vez más a los ganaderos hablando de imponer ‘buenas prácticas’ porque delatan una supuesta  culpabilidad hacia quienes son precisamente las víctimas de los ataques de esta especie salvaje.

Lamentan que «se prioricen actuaciones políticas en la defensa de la fauna salvaje sobre la pervivencia de la ganadería»

La Alianza UPA-COAG considera sorprendente que con la dinámica actual de daños económicos con cientos de ataques de lobos y pérdidas de miles de cabezas de ganado al año sin embargo se ponga en duda que el problema va a continuar  a corto, medio y largo plazo. «En cualquier caso, con una gestión del lobo tan demostradamente errónea quedan en evidencia las actuales políticas que conducirán irreversiblemente al exterminio material de la actividad ganadera extensiva».

La Alianza UPA-COAG muestra su enorme preocupación por los datos cada vez más concluyentes del  incremento de los daños tanto al norte como al sur del Duero, lo que unido además a la falta de cumplimiento en lo cupos de caza de lobos «está provocando un expansión desmedida de esta especie en nuestro territorio».

Por ello, lamentan que «resulta sorprendente que una vez más se prioricen actuaciones políticas en la defensa de la fauna salvaje sobre la pervivencia de una actividad económica clave en muchos municipios de montaña como es la ganadería».

La Alianza UPA-COAG «no se va a mantener cruzada de brazos», y al igual que los tribunales nos han dado la razón en otros momentos  cuando han dictaminado que los ataques de lobos al sur del Duero debían ser indemnizados por parte del Gobierno regional, «ahora seguiremos manteniendo toda nuestra firmeza para defender a los ganaderos, que ellos sí están en verdadero peligro de extinción con políticas tan fundamentalistas y sectarias».

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