ARAG-ASAJA considera inaceptable la decisión de la Unión Europea de aplicar aranceles a determinados productos fertilizantes provenientes de Rusia y Bielorrusia sin ofrecer una alternativa rentable al sector agrícola. La UE aprobó el pasado 28 de febrero esta propuesta que perjudicará enormemente a los agricultores europeos, españoles y riojanos, elevando los costes, disminuyendo la productividad y poniendo en cuestión la rentabilidad de sus explotaciones
Los fertilizantes representan de media el 10,5% del consumo intermedio total en cada explotación y, en algunos tipos de explotaciones como las dedicadas a cultivos herbáceos, los gastos pueden superar esa cifra. Con la aplicación de aranceles a los productos fertilizantes de estos dos países del Este de Europa, los agricultores de la UE necesitarán abastecerse de fertilizantes en otros terceros países donde la logística y la disponibilidad de estos es más complicada. Además, critican que esta decisión «ha sido tomado de espaldas al sector agrario y sin una evaluación de impacto».
Representantes de ARAG-ASAJA durante los encuentros que mantuvieron el mes pasado con miembros de instituciones europeas vinculadas a la agricultura y ganadería ya manifestaron su oposición frontal a este tipo de medidas y recordaron que varios Estados de la UE carecen por completo de fertilizantes nitrogenados por lo que dependen completamente de las importaciones.
Para la organización agraria, la Unión Europea debe diversificar su suministro para estimular la propia producción de estos productos, desarrollar alternativas respetuosas con el medio ambiente y valorar la función de la economía circular, incluidas las explotaciones agrícolas, como el estiércol y el digestato.
PROPONEN UTILIZAR LOS INGRESOS DE ESTOS ARANCELES A RUSIA Y BIELORRUSIA EXCLUSIVAMENTE PARA SUBVENCIONAR LA COMPRA DE FERTILIZANTES EN EL SECTOR AGRÍCOLA
También apuesta por conceder un papel más importante al Observatorio del Mercado de los Fertilizantes de la DG AGRI.
Por todo ello, ARAG-ASAJA exige la implicación de la Comisión Europea en salvaguardar los intereses de los agricultores de la Unión, además de utilizar los ingresos recaudados mediante los aranceles de importación aplicados a fertilizantes y mercancías agrícolas provenientes de Rusia y Bielorrusia exclusivamente para subvencionar la compra de fertilizantes en el sector agrícola.
Además, insta a una flexibilización de la Directiva sobre nitratos para agricultores que permita un mayor uso del estiércol en pardos y otros cultivos con el fin de priorizar las fuentes de nutrientes en el sector agropecuario.